Hemos llegado a un momento crucial de la
humanidad, algo que nos pone de presente que sin salud no somos nada, que
podemos querer viajar, bailar, salir, tomar... pero sino estamos bien, todo es
imposible.
Hemos llegado aquí, al momento
preciso en que se deben medir los liderazgos mundiales, se ponen a prueba los
verdaderos líderes y quienes en su sensatez ponen por encima de todo el
bienestar de los ciudadanos.
Ahora identificamos verdaderos líderes,
vemos casos como el presidente de Rusia quien desde un inicio tomo acciones que
parecían impopulares y complejas, pero que al final han dado los resultados
esperados, menos tasa de contagios y menos muertos que en muchos países que no
comparten fronteras con China.
Los chinos, muy inteligentes
ellos, tomaron la epidemia como una verdadera problemática social, en la que
donde primaba la salud de los ciudadanos y no los intereses económicos. Hoy,
China se recupera paulatinamente del pico de la enfermedad que afecta al mundo
y pone en jaque la economía mundial. Y en eso los chinos esperan haber pasado
lo peor. Que decir de Emanuel Macron en Francia y Pedro Sanchez en España, quienes han dictado medidas para aliviar el bolsillo de quienes se han visto afectados.
En nuestros países
latinoamericanos la cosa ha sido distinta, tenemos de todos los especímenes de líderes
posibles. Arranquemos por los vecinos, Venezuela y un burro que llego a
presidente por ser el recomendado de Chávez, Ecuador, tomo decisiones cuando
vio que la epidemia era real, primer país con contagios del famoso COVID-19. México,
el señor López Obrador se da un baño de masas sin acatar las medidas que debería
tomar al frente de un problema tan serio. Brasil, Bolsonaro es del estilo de
Trump, para quien la enfermedad es más un cuento chino. Y ahora sí, hablemos de
nuestro subpresidente, el inepto que tenemos en el poder, personaje que ha ido
tomando acciones a cuenta gotas, sabiendo uno que el tipo no es el que manda, y
que para el prevalece el orden de quienes lo ayudaron a subir al poder sin
estar preparado, de quienes le financiaron su sueño de estar en la casa de
Nariño. A estas alturas, Marzo 16, No ha sido capaz Duque, de cerrar fronteras aéreas
con España, Francia, USA, y permite la llegada de todos los viajeros que llegan
de esos focos de infección a un país como el nuestro con un sistema de salud
tan paupérrimo, apoyado por la necesidad de invertir dinero en la guerra que
tanto le gusta a las Uribistas.
Hemos llegado aquí, a este
problema nacional, en el que se nos pide que no salgamos a las calles, que
trabajemos desde la casa, en el que la vida de todos ha pasado de lo normal a
lo impensable, a la incertidumbre que produce no saber que va pasar mañana, al
momento en el que no entienden muchos colombianos que si no hay líder, nos toca
a cada uno tomar acciones y medidas, pero que por encima el problema ya llego,
ya está aquí, y todo gracias a la ineptitud de quienes toman decisiones para el
país.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario