jueves, agosto 29, 2019

Vivir de la guerra, un fracaso mas de Colombia

Hay personas que se dedican a vivir de la guerra, sobre todo a mover emociones en un país cargado de sentimientos y emociones viscerales. Hay momentos de la historia en la que personajes macabros y oscuros quedaran para siempre, pero sobre todo quedaran como los libros los mencionen y no como realmente ocurrió.
Hace algunos años, cuando Fernando Londoño gritaba en un discurso del partido mal llamado centro democrático, que lo primero que harían al volver al poder los amigos de  Uribe era hacer trizas ese maldito papel llamado acuerdo de paz de la Habana, muchos eran escépticos y pensaban que todo lo que decía el ladrón de Invercolsa no podía ser realidad, sin embargo para hacer trizas la paz solo bastaba con tener a Uribe en el poder de nuevo, y no ejecutar ese papel llamado acuerdo de paz de la Habana. Sabia el presidente eterno de Duque que lo mejor era dejar que las cosas siguieran su curso de manera natural, en un país acostumbrado a la violencia, en donde el gobierno actual dice y no reconoce los acuerdos que pudo hacer su antecesor, porque para Duque, Uribe y sus amigos, el ex presidente Santos era un traidor, pero nunca fue presidente de Colombia sino que fue una persona que pacto impunidad en Cuba.

La paz no es perfecta, pero el solo hecho de que fuéramos una sociedad que se deja de matar entre sí, era la mejor noticia que podíamos tener como país. 
Hoy quienes nunca estuvieron de acuerdo con el proceso, sacan pecho y se alegran de que por fin algunos bandidos como Iván Márquez y Jesús Santrich se haya quitado la máscara y se hayan ido de frente a la guerra, tomaron la decisión que mejor les convenía a quienes solo saben vivir delinquiendo, a quienes nunca entendieron que el estado les podía perdonar todo lo que hicieron antes de la firma del acuerdo, pero que su único compromiso era no seguir actuando como bandidos, tema difícil para quienes tienen en su ser esa parte delincuencial.

Ojala Duque entienda que todavía hay muchos ex guerrilleros que están en el proceso, y que por el bien de Colombia y no de Uribe, hay que llevar a feliz término el proceso que firmó el estado. El estado ha incumplido sus compromisos, no hubo protección de las victimas y desmovilizados, no se crearon gracias a Uribe y sus amigos las curules para las victimas en la cámara, se incumple con la participación de terceros en la JEP, la sustitución social de cultivos es un fracaso gracias a Duque, la ley de tierras no se cumple, por eso le han dado gasolina a los bandidos para que sigan incendiando a Colombia.

Hay cohetes de emoción en el Uribismo, se lanzan confites y se parte la torta, celebran hoy que todavía tienen discurso para seguir con el país de siempre, para seguir siendo los reyes, gobernando a su acomodo, haciendo con el pueblo lo que siempre han querido, saben ellos y los guerrilleros que se volvieron a armar, que el pueblo con hambre es manipulable, también que el pueblo que piensa con el hígado lo es más aún. Lo decía Uribe que prefería 80 veces al guerrillero en el monte que gritando en el congreso, hoy estará mas que complacido.

Este país que merece soñar, vuelve a una pesadilla del pasado, a esa de la que muchos pensábamos que habíamos despertado, pero que gracias a que se necesitan unos por ser delincuentes y otros con ese espíritu guerrerista, volvemos a vivir de la guerra. Esa que tantos muertos le deja a Colombia y que nos trata frente al mundo como un país paria.



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