Colombia es ese país en el que personajes influyentes y con poder no miden las consecuencias de sus palabras, o tal vez las conozcan y prefieran
ver correr más sangre y más odio que cualquier otra cosa. Total, en el mal
llamado centro democrático crecen y viven con la guerra, de eso se alimentan,
del odio del colombiano y la rabia que produce la barbarie. Eso logra que
personajes como el senador Carlos Felipe Mejía y la Doctora Cabal tengan votos,
y ni hablar de los llamados paolos dirigidos por la senadora Paola Holguín.
Grave lo que ocurrió esta
semana, el senador Uribe luego de una intervención de Gustavo Petro en la que
mencionaba como los paramilitares en el gobierno de Uribe tuvieron o tenían
prebendas luego de los acuerdos de ralito, como hacer del narcotráfico un
delito conexo del conflicto, y que hablar de los colados narcotraficantes que
se le metieron en los listados al entonces comisionado de paz, el doctor
ternura, eran las épocas doradas del Uribismo, aquellas en las que el 40% del
congreso era de los paracos, esos mismos que buscaban por medio de leyes
legalizar su barbarie, poder y dinero recaudado con el narcotráfico, y seguir
saqueando al país mientras en el monte se seguían matando los hijos de los
campesinos, entre soldados y guerrilleros, ambos paridos de una nación pobre.
En esa época, en la que Uribe vociferaba lo que es su talante, decía el
entonces presidente que mientras no estuvieran presos, los congresistas debían
votar sus proyectos. Válgame Dios, un bandido suelto era un amigo más del
gobierno de entonces, y así lo decía su máximo líder.
El ahora senador Uribe se fue
con todo contra su principal contradictor en el congreso, lo llamo sicario
moral y luego le repitió la dosis de infamia tres veces, al decirle: Sicario!
Sicario! Sicario! con gestos de rabia, entre los aplausos y vítores de sus seguidores,
Carlos Felipe Mejía y la señora Paola Holguín. Total para Uribe es mejor 80 veces tener a un guerrillero armado en el monte que tenerlo en el congreso refutándole
y diciéndole lo que no le gusta oír. Entiende Uribe que el único que puede
difamar es él, así como trato a Santos de tramposo, mentiroso, luego a Daniel
Samper Ospina de violador de niños, a Daniel Coronel no lo baja de mafioso,
pero cuando se meten con su gobierno, en el que claramente se favorecía a los
paramilitares se va con todo, y el único argumento que le queda cuando se han
perdido la razón es el insulto.
Quien es realmente el sicario
moral en Colombia?, aquel que con sus palabras enciende el país y prefiere a los
guerrilleros con el fusil en el hombro, dando plomo en el monte, colocando
bombas en las ciudades y haciendo retenes, así quizás de esa forma vuelva su
popularidad, esa que crecía con sus acciones militares como la operación Orión
en Medellín, aquella en la que los paramilitares daban ordenes al ejercito sin
ruborizarse, ese es el país que no conocen o que prefieren quienes aplauden y
vitorean al hoy senador que llama sicarios y se le olvida que marcho con el
mayor sicario del país, alias Popeye, cuando pedían la renuncia de Santos al
que no bajaban de tramposo. Válgame Dios!!!
Perlas:
- Santa Marta ciudad dos veces santa, en medio de la guerra del poder entre Caicedo y los cotes y estos ayudados por el gobierno de Uribe quien con el subpresidente Duque, no es capaz de nombrar el reemplazo de Rafael Martinez de la terna que tiene.... Asi estamos...
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