sábado, abril 06, 2019

El país de los perseguidos


En nuestro país se ha impuesto la moda de convertirse en perseguidos políticos y más en usar las instituciones públicas para beneficio propio. Desde que Uribe le quisiera dar en la cara a la mechuda por marica, y luego declararse perseguido de la justicia, todos sin excepción, sea izquierda o derecha se han declarado  en unos perseguidos.

Se volvió costumbre que cuando la justicia no está acorde a lo que espera el juzgado este se declare un perseguido más, y el ejemplo mayo lo ha colocado el gran electro de Colombia, ese personaje capaz de colocar presidente a un político que no tenía experiencia alguna administrando, pero que gracias a las mentiras del castrochavismo y con la promesa de no ser Venezuela logró colocarlo como presidente.

Y es que se ha convertido en un espectáculo la justicia Colombiana, la fiscalía en manos del que era el estafeta del grupo económico más poderoso de Colombia. Un personaje que por sus cualidades éticas y morales debería estar impedido para estar en el cargo más poderoso de la justicia, pero que igual gracias a sus amigos poderosos y políticos llega a la fiscalía, no habla bien de un país, no habla bien de nosotros como ciudadanos, y no habla bien de quien lo postulo y de quienes hoy son sus aliados y amigos.

Hoy con todos los escenarios de polarización, los de cada lado se sienten cada vez más perseguidos por el otro bando, y así un país no puede surgir, quedamos atrapados en la lucha de poderes de quienes cuando ostentan el poder se creen con la autoridad moral de acabar con el otro y de quienes toda su vida han estado en el poder, haciendo de las suyas, acabando con este país de la mano de actos corruptos. Al final somos un país inviable, pero sobre todo un país que duele. 
No entendemos aun muchos, como llegamos a tener a un Presidente de la república que no tenía preparación para este cargo, y cuyo mérito más grande antes de ser presidente era el ser un joven que fue director de cultura en el BID, algo así como el que organizaba los karaokes y las fiestas en el BID. Y luego se convirtió en el ayudante de Uribe en las clases que el senador dictaba en Estados Unidos, y su imagen más famosa fue ser asaltado por el mismo Uribe en una sesión plenaria del Senado, cuando Uribe le arrebatara el paquete de platanitos de sus manos.

Es así, como terminamos siendo un país de perseguidos, increíble que como Colombianos todavía le creamos el cuento a personajes de la calaña de José Obdulio Gaviria, Mafe Cabal y el mismo Uribe, y por otro lado se sientan perseguidos siempre los que dan papaya para que un tipo como Néstor Humberto los investigue. Este es Colombia, cada día duele más.

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