La palabra paz nos divide pero la palabra guerra nos une, y se que todos queremos la paz, pero algunos la queremos ahora y otros la desean a su manera, diciendo que la impunidad, que el perdón, o cualquier otra cosa que crean conveniente para sus intereses, lastimosamente así funcionamos como sociedad. En cambio la palabra guerra nos unió cuando hace 18 años el señor Andres Pastrana le dio a la guerrilla de las FARC una porción del país del tamaño de Suiza a cambio de nada, en aquellas épocas todos creíamos que lo mejor era bombardearlos, habían abusado de la generosidad del estado y habían dejado como al "bobo del pueblo" a Pastrana.
Cuando uno escucha los argumentos del senador Uribe, entiende que haya tanto seguidor que repita lo mismo, el tipo tiene su don, su labia y demagogia hacen que sea agraciado, se escucha cariñoso y en medio de todo se siente hasta creíble. Pero detrás de todo ese discurso que puede parecer generoso están los egos que lo consumen y que no lo dejan dormir tranquilo. Mas sabiendo que quien firmó el acuerdo de paz que pone fin a un conflicto que hemos vivido como país hace mas de 50 años, no fue el, el mesías prometido, quien logro en sus 8 años mucho de lo que prometió, pero lo hizo a un precio muy alto para la democracia, chuzando a sus enemigos, restringiendo libertades y ayudando a sus amigos y buenos muchachos a huir de la justicia.
El tamaño de Uribe en la historia y de su remoquete de gran colombiano, pasando por encima de genios como Garcia Marquez, quedaría reducido solo a aquel presidente que fue un mal necesario en determinado momento, en aquel momento que todos moríamos de miedo y pánico por culpa de la fuerza que la guerrilla tomo cuando Pastrana les entregó el Caguan. Y ahí, en ese momento histórico creció Uribe como político, cuando quien hoy es su amigo de discurso permitió que la guerrilla se reagrupara y tomara mas fuerza para atacar al país. Uribe, hizo parte de ese mal necesario, un mal que debimos aguantar y tragar para darle grandes golpes a la guerrilla, Sin embargo la horrible noche ceso y reconozco que el senador tuvo mucho merito, el logró que la guerrilla se viera obligada a negociar.
Sin embargo ocurre que su ego y vanidad hacen que no acepte que los colombianos queremos acabar este conflicto, llega incluso a decir que en Colombia no hemos vivido en guerra, yo no se donde ha vivido el señor Alvaro Uribe, el esta en su derecho de votar NO, lo que le pedimos los ciudadanos que no tragamos entero es que no haga campaña con mentiras.
El presidente Santos en cambio tendrá el peso de ser quien logro firmar el acuerdo de paz, ese que Uribe quiso y soñó, porque ningún conflicto reciente se ha cerrado por la vía militar, así como tampoco existen conflictos que se hayan terminado sin que las partes que se sentaron a negociar hubiesen obtenido algo.
Santos vio la oportunidad de grabar su nombre en la historia, y se la jugó toda cuando todos veíamos con pesimismo el proceso, se jugó y apostó con todo su prestigio y su imagen, la cual esta por los suelos, pero seguro entendió que es mejor el bien común que el ego que domina a quien no lo puede aceptar.
Perlas:
- Felicitaciones a Pablo Vera por su elección como rector de la Universidad del Magdalena, ojala consiga posicionar y sacar adelante los proyectos necesarios para consolidarla como la mejor de la costa.
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