Todos
los gobiernos en Colombia en medio las crisis recurren a las llamadas cortinas
de humo o bombas de información que buscan desviar la atención de los problemas
que vivimos a diario. Esto ocurrió con Álvaro Uribe durante sus 8 años de
gobierno, con Santos y con Duque. Petro no es ajeno a esta famosa jugada
maestra que les permite sacar a sus bodegueros a trinar y a sus defensores
(Senadores y representantes) a cuestionar a gobiernos anteriores, pasando por
alto el grave problema que vive el país con los bloqueos actuales.
Petro,
recurre a una noticia que se conoció hace 6 meses que es grave en términos de
lo que señala, un gobierno soberano y democrático, de acuerdo a Petro, recurrió
a la compra de un software de espionajes internacional para chuzar las
conversaciones de la oposición de entonces en cabeza del hoy presidente, Petro
desde que perdió las elecciones del 2018 se trazó como meta sacar al país a las
calles, lo cual se dio en el año 2019 con el llamado estallido social, ese que
fue producto de una reforma tributaria del entonces ministro Alberto
Carrasquilla, del aumento de 200 pesos en el combustible y de la famosa frase
de carrasquilla con la activista periodista Vicky Dávila, en la que
Carrasquilla decía que un cartón de huevos cuesta 1800 pesos.
La
historia de nuestro país es cíclica y repetitiva, quien no conoce su historia está
condenado a repetirla, y entendemos por fin que izquierda y derecha son las
misma mierda en efectos prácticos, solo que cambia quien se llena los bolsillos
y quien está en el poder, Petro acusa a Duque de tres veces más dictador que
Nicolas Maduro, frase muy alejada de la realidad, el gordito bonachón Duque,
pudo ser un inepto, un tonto en el poder, pero dictador jamás. Duque y Uribe
lanzaron piedras y mentiras en el gobierno de Santos, luego Petro les incendio
el país a Duque y compañía porque Duque a punta de reformas tributarias nos
afectaba el bolsillo y hoy Petro nos acaba el bolsillo a la clase media con la
propuesta de una segunda reforma tributaria para financiar sus programas de
darle plata a quienes no tienen oportunidades, o de nombrar gestores de paz a
los bandidos de este país, con quienes Petro tiene cierta afinidad dándoles
permiso para movilizarse libremente por todo el territorio nacional.
En
medio del paro de transporte que tiene al país paralizado, Petro sale con una
pilatuna de las que estos personajes que llegan al poder para satisfacer su ego
personal nos tienen acostumbrado, realiza una alocución presidencial en la que
todo el país esperaba que nos dijera que había solución al paro, pero Petro
decide hablar de la supuesta compra del software de espionaje Pegasus, y dice
que del paro hablara otro día, como sino importara el desabastecimiento que
vive el país, el problema que tienen quienes deben caminar kilómetros para
llegar a sus casas o de la escasez que ya se vive en algunas regiones de combustible
y alimentos. Petro recurre a la famosa frase de los caballeros del zodiaco,
dame tu fuerza Pegasus, para lanzar a todas sus bodegas prepagadas y restarle
importancia al problema en que nos tiene metido el aumento del Diesel. Por
menos de ese aumento, Petro, Bolívar y su recua pedían a los colombianos
incendiar el país y lo lograron.
Petro
en medio de su delirio de persecución, en medio del desastre de gobierno
responder como mejor le gusta a sus seguidores, quienes lo tildan de un
peinador, y le dice a Sergio Fajardo que él no se va a ver Ballenas, quizás lo
mejor para Colombia en este momento sea que Gustavo Petro se vaya a ver
Ballenas, delfines y otras especies por los próximos 20 años, a ver si una
persona decente como Sergio Fajardo logra arreglar este país del desastre que
causaron los uribistas y petristas y la confrontación en la que nos tienen
estas dos enfermedades.
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