El problema de las listas
cerradas en las elecciones políticas es que se cuelan y meten muchos petardos a
dedo por el organizador de las listas. Petro, venia con mucha fuerza gracias al
mal gobierno de Iván Duque y gracias a eso era el favorito a la presidencia según
las encuestas, siempre estuvo en el primer lugar. Eso le daba la potestad de
armar su lista al congreso. Lista en la cual estaba de cabeza su fiel escudero
Gustavo Bolívar y fue confeccionada en forma de cremallera con un hombre y una
mujer en cada renglón, he de confesar que había candidatos con mucho capital político,
pero ninguno con una fuerte apuesta diferente a ser seguidor de Petro.
En Colombia ya habíamos visto
este modelo con Álvaro Uribe cuando recién fundó su partido el mal llamado
centro democrático, que no tiene nada de centro y menos de democrático. En esa
ocasión, Uribe confeccionó una lista en la que él era la cabeza y la cual
arrastro a 21 petardos y desconocidos, incluyendo al muchacho de las papitas frito
lay Iván Duque, nuestro expresidente rockero.
Isabel Zuleta es es una
ambientalista, activista feminista y defensora de los derechos humanos
colombiana. Fue directora del movimiento Ríos Vivos y pertenece al Movimiento
por el Agua y la Vida. Se ha dado a conocer principalmente por su trabajo como
lideresa social en comunidades de Ituango opuestas al proyecto de la
hidroeléctrica Hidro Ituango. Eso le bastó para que Petro la incluyera en la
lista que iba a barrer en el senado y de la cual su ingeniero político el gran
Roy Barreras le pronosticaba obtener más de 25 curules. La señora Zuleta fue
impuesta en el lugar número 10 por encima de Clara López excandidata
presidencial del polo democrático o por encima del que era senador Wilson
Arias. Para los petristes, Petro tenía sus razones en hacer ese movimiento.
Llevar a la señora Zuleta sin ninguna reconocimiento nacional al senado era una
apuesta del mesías Petro por el agua.
La verdad se fue conociendo y
aparecieron videos de la señora Zuleta hablando de cómo había quemado al
entonces candidato Sergio Fajardo, desde ese día para la opinión pública,
Isabel Zuleta es la Quemona. Una Quemona muy impopular en el país, pero muy
querida en las entrañas del petrismo duro. Utiliza los métodos que gustan,
difamar es uno de ellos, correr las líneas éticas y claro como todo
izquierdista que llega al poder, la quemona, gusta de él. Hace algunas semanas
la señora Zuleta, proponía que la Fiscalía se tomara la revista de la
periodista amarillista Vicky Dávila, para buscar las pruebas que esta decía
tener de las maletas de dinero que según Petro movía con su ex jefa de
gabinete.
Pero lo realmente interesante
de la señora Zuleta va hoy por sus declaraciones en pleno congreso, en donde
pide que no se le baje su salario ya que ella es una pobre mujer que llegó al
congreso en una lista cerrada de Petro sin ningún bagaje político, pero con
mucha gasolina para quemar. Incluso para quemarse ella misma, en Blu radio
ofreció una declaraciones bastante polémicas al afirmar que con su pobre
salario financiaba a sus compañeros de la llamada Colombia Humana o del llamado
Pacto histórico de Petro en Antioquia, porque le tocaba hacer política con su
salario, olvidando la señora Zuleta que la ley prohíbe a los funcionarios públicos
financiar campañas políticas. Esta expresamente prohibido, Utilizar su
empleo para apoyar una campaña política o presionar a particulares o subalternos
para influir en procesos electorales (Código Único Disciplinario, artículo 48
numerales 39 y 40). Esto de acuerdo con lo dispuesto por los artículos 114, 123
y 171 de la Constitución, los Senadores de la República, como miembros de la
corporación pública de elección popular del orden nacional, son servidores
públicos.
Parece que a la senadora
quemona se le viene su propia quema. Resultado esto del ego de Petro de incluir
paquetes en sus listas, del tamaño de Piedad Córdoba, Pedro Flórez por Benedetti,
Paulino Riascos que se les coló como en su momento lo hizo manguito, y claro la
senadora Zuleta. Un lindo país de otro Mesías que está en el poder. Dicen que después
de un mal gobierno puede llegar uno peor, y pareciera que eso está pasando en
nuestro país con Duque y Petro, y pareciera que el espejo argentino con el loco
Melei, puede reflejarse en algún momento.
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