Han
pasado las consultas presidenciales y tenemos un ganador en la derecha y un
gran derrotado aunque no estuvo en el tarjetón. La candidatura de Oscar Iván
Zurriaga nunca despegó, el mal gobierno de su copartidario Iván Duque le pasó
factura a Uribe y por lo tanto a Zurri, sin embargo, Álvaro Uribe Vélez es el político
más inteligente de los últimos 100 años en Colombia, y sabe reinventarse. Puso
toda la maquinaria del mal llamado centro democrático a disposición de Fico Gutiérrez,
el verdadero candidato y gallo tapao del ex presidente.
Hay vicios que las personas
llevan y toman como hábitos, vicios difíciles de dejar y que hacen que tomen
decisiones de la mano de su pensamiento ideológico, vicios como el uribismo,
como fumar cigarrillo, como fumar marihuana o meter bazuco. Siendo el Bazuco
la peor de todas las drogas, pero ahí van por la calle quienes se halan. En
esas andan los que piensan que es mejor otros 4 años de Uribe en manos de Fico
que apostarle a cambiar. Claro no le creen a la candidatura de centro, pero si
alimentan los miedos de un país que ve el espejo de Venezuela como algo creíble
en fabulas, sin saber que esa fabula ya la vivimos hace años con el mismo Uribe
como presidente.
Lo que ocurrió en las consultas
muestra los techos de los extremos, Petro logró la no despreciable suma de 6
millones de votos en su consulta, el esperaba quizás un poco más, Fico se fue
con 4 millones de la consulta de la derecha y dice por ahí derecho que tiene
mucho para crecer, sobre todo ahora que Uribe salió del closet con su
candidato, tiro a un lado al pobre Zurri, al que no le bastaron los Tik Tok
para cambiarle la cara de vampiro que se gasta.
Queda la esperanza de que
Fajardo logre atraer el voto que no tiene miedo y que no quiere el mismo camino
que parecemos recorrer hace 4 años, esta película ya me la vi. Uribe ungiendo a
su preferido, llenando de miedos al país en la imagen de Petro y todos
divididos entre escoger la Sífilis o la Gonorrea, como si no hubiese otro
espectro.
Fico Gutiérrez, fue un alcalde
de Medellín que en su gobierno estuvo apoyado por Uribe luego de ganarle al
candidato del expresidente, Fico, se dice de mano firme, quizás no sea tan
ingenuo como Duque, pero es la misma línea marcada por Álvaro Uribe, quien sabe
cómo reinventarse ante las adversidades que se le plantean, lo ha demostrado
siempre, lo hizo cuando le gano a Santos el plebiscito, lo hizo para salir de
la cárcel y lo hace ahora para dejar a un lado la mala imagen del partido en
una cara fresca que es de sus entrañas antioqueñas, en donde se pone
presidente.
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