viernes, junio 22, 2018

Lecciones aprendidas

Un ser inteligente, así defino yo al senador Álvaro Uribe. Dicen que al perro no lo capan dos veces, y esa lección fue aprendida por el senador Uribe, él sabe que lo que le ocurrió con Santos no le podía volver a pasar, por eso salió corriendo como el mismo define a la creación de su partido político, fue tan de afán que le colocó como nombre y apellido dos palabras tan distantes de su política, un partido que no es de centro y dista mucho de ser democrático, recuerden que allí siempre se toman las decisiones por el jefe.

Ese perro que no puede ser capado nuevamente, porque entre todos los llamados candidatos que puso a recorrer medio país en su compañía, tenía claro que lo mejor que podía brindarle a Colombia era Iván Duque, un tipo mesurado, inteligente, sin ninguna experiencia administrativa, que jamás había sacado un voto propio, fue llevado por Uribe al senado. Pero era su arma letal para agradarle a un país que no come  de los mismos, que está cansado de esa política criminal y corrupta, pero que sin lugar a duda logró convencer para escoger al que representaba lo opuesto a ser una nueva Venezuela.

Uribe lo tenía claro, no podía volver a cometer el error de escoger a un político con experiencia, alguien que se la hiciera de nuevo en pos de gobernar con criterio propio, él requería de una persona sin experiencia, de un rostro que vendiera simpatía y que se viera más humano, aun a sabiendas de que resulta su títere y muñeco, que resulte el que firme lo que Uribe piense y autorice, que no es más que un personaje fabricado al cual le toca seguir las indicaciones del jefe, y si no, pues le bloqueara todo lo que quiera hacer.

Comienzo de todo final, la sonrisa que tiene el hoy senador. La jugada le salió perfecta, esas lecciones las aprende muy bien. Mensajes como el de la señora Alicia Arango, al decir que gobernará Duque pero que no debemos olvidar quien es el jefe, solo confirman lo que muchos entendíamos que pasaba en esa orilla de la política, al señor Duque le tocará ser un rostro nuevo en política con las mismas mañas que representa Uribe y su cohorte, esa que piensa en Alberto Carrasquilla para ser Ministro de hacienda nuevamente, o en Pepe Lafaurie para ministro de defensa.

El hecho de no ser Santista me da la tranquilidad de hablar con claridad, a Santos le puedo perdonar que nos haya clavado el impuesto a las bolsas, que incluso nos haya subido el IVA, lo que nunca podre perdonarle es ayudar a resucitar políticamente a Álvaro Uribe y Andrés Pastrana con un plebiscito innecesario, en el que no supo vender las bondades de la paz y se durmió en sus laureles, ese fue el inicio de la jugada maestra que llevó a Uribe a un tercer periodo, esta vez en cuerpo ajeno, esa fue la lección aprendida, seguido de un cumulo de errores de los adversarios políticos, esta es la realidad de un país que se prepara para 4 años del mandato del joven Duque ordenado por el viejo Uribe.


Perlas:

  • El ingenio paisa, burlar la seguridad Rusa en los estadios para meter licor en unos binoculares, luego nos quejamos de la raqueteada tan hijuemadre que le hacen a los colombianos en los aeropuertos del mundo.

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