Pocas oportunidades históricas se le presentan a los pueblos para
cambiar la forma en la que son gobernados, ocurren cada doscientos años, o
pueden parecer ocurrir cuando algún líder es asesinado y queda su memoria como
recuerdo de lo que pudo ser y no fue.
Algo bueno debe estar ocurriendo en una orilla que es repudiada,
estigmatizada, señalada y atacada por todos los actores políticos de un país
que ha sido saqueado por esos mismos a lo largo de su historia.
Lo que ocurre en Colombia es sinónimo de esto, nunca antes se había
visto que todos los políticos que se odiaban a morir se uniesen en contra de
una causa para ellos, en esa reunión de políticos caben desde Viviane,
Pastrana, Ordoñez, Cesar Gaviria, y el presidente eterno de sus afectos Álvaro
Uribe, sin lugar a dudas uno en la segunda vuelta debe escoger entre las dos
opciones que quedan y no necesariamente la que más le guste, pero si dice mucho
que se hayan puesto de acuerdo quienes hace apenas unas semanas se ladraban,
insultaban y madreaban en público, pero que hoy terminan siendo amigos capaces
de frenar a Petro.
Los Colombianos sensatos, que no le tememos al fantasma del Castro
chavismo y que estamos mamados de la corrupción, entendemos que tenemos una
oportunidad histórica de jubilar a los mismos de siempre con una sola X en el
tarjetón este domingo, entendemos que el miedo a la Venezuela de Chávez no es
real, y que desde la orilla de Uribe supieron capitalizar los temores para
colocar a un buen muchacho más, como casi presidente de una país que no lo
conocía hasta hace 5 meses, pero que con la inteligencia de un político como
Uribe ha resultado siendo todo un fenómeno político, un huracán llamado Ivan.
Se han viralizado en estos días imágenes de soldados del Ejército
reconociendo a Duque como su presidente, o que tal hablar de las imágenes en
Cúcuta, donde policías reciben con honores de jefe de estado a quien todavía no
ha ganado, pero que ya lo asumen desde esas instituciones como su próximo
comandante en jefe. Algo digno de nuestra Colombia, así como que los banqueros,
los medios, los gremios y los diarios más influyentes estén del lado de Duque,
total es más fácil seguir igual, sin importar los fantasmas de Odebrecht que
salpican, sin importar las chuzadas o los crímenes de estado que su presidente
eterno cobijo con la política de ascensos y descansos por medio de bajas, así
de ese talante es nuestra sociedad, esa misma que toma todo el establecimiento
actual y lo coloca contra un hombre que enarbola las banderas de un pueblo que
si se revela derrota al establecimiento.
Para mi es suficiente que todos se hayan juntado
para hacerle contrapeso a una sola persona, por fin se logró poner a todos los que han dañado al país
de un solo lado, y del otro quedamos la sociedad civil y personas como Antanas
Mockus, la persona que debió gobernarnos hace 8 años, pero en ese momento el país
decidió por el que dijo Uribe.
Mientras Duque trata de convencer a la gente con mensajes que son distantes de su política, pero que venden a un pueblo que le gusta como se ve la reina del flow, Uribe va de pueblo en pueblo convenciendo a alcaldes de pueblos en el Magdalena para ganar su apoyo, total esos alcaldes saben como es el negocio con el senador Uribe, en el Magdalena Uribe ganó según denuncias de Rafael Garcia con la ayuda de los Paracos que mandaban y siguen mandando en este deprimido departamento.
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