martes, mayo 22, 2018

Del miedo a la esperanza

Los colombianos siempre hemos salido a votar asustados, presionados por el miedo que nos inventan y generan desde la clase política que siempre nos ha gobernado. Hemos elegido presidentes por culpa de Pablo Escobar, por temor a la FARC, por el narcotráfico y ahora estamos ad portas de salir a elegir al que nos dice que debemos votar por él, para que no seamos como Venezuela.
La campaña actual se vivió en medio del miedo y la Xenofobia a los amigos venezolanos, a ese pueblo que vive su larga noche debido al llamado socialismo del siglo XXI, a ese que enfrentamos con miedo y con la promesa de algunos candidatos que han sabido explotar el fenómeno PETRO para su acomodo, haciéndonos ver y que creamos que o es PETRO o son ellos, y dejando de lado la lucha contra la corrupción que es el verdadero cáncer de este país.

Esta última semana, el llamado es a la esperanza a creer que los miedos no son los mejores consejeros para elegir a quien nos gobierne, que debemos buscar no en los extremos ya sean de izquierda o de derecha, sino a vencer el pasado pensando en el futuro de nuestros hijos, futuro que solo se puede cimentar en la educación, y que debemos comenzar a construir con personas que tienen la experiencia, que han gobernado y que no polarizan este país.

Basta ya como sociedad de votar presionados con el motivo de que hay que hacerlo por el que dicen que va a ganar, de que el voto es útil porque no nos gusta perder, debemos entender que se debe votar por el mejor, por la mejor opción para un país que requiere cultura, ciencia e innovación, pero que sobre todo requiere unirse y no polarizarse más. Que dejemos atrás los odios de clases que nos venden los populistas o el miedo a ser una nueva Venezuela. Nosotros merecemos más que esas promesas. Se entiende que en la actual campaña ha reinado la incertidumbre, cinco candidatos que fueron moviéndose de acuerdo a las encuestas, esas fotos que se hacen con el objetivo de conocer la intención del voto, y que a su vez sirve para inflar o destruir candidaturas, lo que paso con Duque y De la calle, quienes vivieron en orillas opuestas de las encuestas toda su campaña.

Todo está dicho, solo queda que este domingo salgamos a ejercer el voto con la convicción de hacerlo por una opción que no represente odios o la lucha de miedos, el miedo que debemos vencer es el de poder crear una sociedad educada, y estar seguros que eso lo representa Sergio Fajardo, por lo menos da mucha tranquilidad conocer los intelectuales que apoyan su candidatura, con eso se y tengo la tranquilidad de estar en el camino correcto y de construir la sociedad que le quiero dejar a mis hijos.


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