Pasa en Colombia, un país supuestamente
democrático, ocurre que algunos matoncitos se atreven a amenazar a periodistas,
caricaturistas y todo aquel que les resulte incomodo a los que están en el
poder, son aquellos fanáticos de esos personajes que con sus actitudes en las
que se cuentan y se creen por encima de la ley, hacen que sus seguidores se
vuelvan posibles asesinos. Pasó en Colombia, en estos días el burrito Ariel Ortega de
Cali, amenazo con echarle a Castaño al caricaturista Matador.
Estos personajes abundan en las
redes sociales, y cabe siempre dentro de sus características que resultan
siendo seguidores del ex presidente Uribe, salen en fotos con los políticos del
Centro democrático y entienden el estilo del líder, ese que sabe que con su
inteligencia superior y con los señalamientos directos a la prensa que le
controvierte como lo hace el ex presidente con Daniel Coronel, Daniel Samper y
con Matador, nunca tendrán a la justicia atendiéndolo. Pero si logra que sus sequito
de seguidores como algún día lo dijo el mismo Iván Duque, sigan al monje de la
secta para mostrarse con ganas y furia como lo buen uribista que son. Esos que
promulgan la llamada seguridad democrática, más seguridad y que llevan dentro
un paramilitar en el corazón, resumiendo los males de Colombia en la guerrilla.
Hoy que en Colombia la
guerrilla de las FARC se acabaron, y podemos ver los verdaderos problemas como
el de la corrupción, esa con la que se roban la educación y la alimentación de
los niños, esos personajes oscuros nos venden los miedos de Venezuela, pero no
entienden aquellos que compran estas ideas quienes son verdaderamente con los
que gobiernan el país vecino, esos que allá callan las voces de la oposición,
amenazan y hacen salir a quienes no estén con el régimen, algo similar a lo que
se vive en nuestro país, lástima que la gente común no lo entienda. Que hacen
los dictadores en los países que dominan como Cuba y Venezuela? en esos países
no existe la oposición y no les dan cabida a esos mismos reclamos y rechiflas
que hoy hacen desde la barrera opositora los uribistas.
En esa orilla donde existen
fanáticos como Juan Carlos Pastrana que justifican, acusan y se vuelven
intolerables a los que pensamos diferentes, personajes que veneran y se
amangualan con Popeye, personaje peligroso que incita a la violencia y desde
sus redes sociales invita al odio por parte del Uribismo y que son aliados del
radicalismo de Ordoñez. Son esos mismos odios producto de los radicalismos los
que convierten a una sociedad como inviable, esa en la que las FARC
colocaban presidente, así colocaron a Pastrana y luego a Uribe, y de esa forma
nos tapaban los ojos.
Hoy Colombia sigue siendo
Colombia, país que se mueve visceralmente, de esa forma en la que se grita y
reprende, o se justifica una amenaza a quien no sea de nuestro agrado.
Toda la solidaridad con
Matador, y que ojala vuelva pronto a las redes sociales, sus caricaturas nos
hacen falta para reír de nuestros problemas.
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