Los recientes hechos de terrorismo que se
han dado en la costa atlántica en manos de la guerrilla del ELN, buscan amedrentar
a la población civil conduciéndola a un estado del miedo que se creía superado.
Todo esto apoyado por la sociedad de la información y del cambio, en la que los
usuarios de redes sociales aprovechan cualquier hecho para encender alarmas a
sus contactos y así proliferar el miedo que se vive en vísperas del carnaval en
Barranquilla.
Lo ocurrido en la estación de policía del
barrio San José, da fuente de lo susceptible que es la seguridad en una ciudad
pacifica como Barranquilla, acá no estamos acostumbrados a este tipo de actos
terroristas, y en los 11 años que tengo de vivir en la capital de los arroyos,
es la primera vez que una acto de este tipo se ve. Sin embargo, causa extrañeza
la coincidencia con época electoral y la sevicia con la que estos grupos al
margen de la ley actúan, su objetivo es acabar con la vida humana, no importa
que caiga quien caiga.
Debemos mencionar la confianza y la poca seguridad que rodea las estaciones de policía en Colombia, en donde cualquier persona coloca cerca una bolsa de basura o un maletín y no se dan cuenta. Ya salieron los mismos de siempre a pedir que vuelva "Él", quieren esos que volvamos a la época de los falsos positivos, y las chuzadas con tal de conseguir la tan anhelada seguridad que se ha perdido, relacionan enseguida la paz de Santos con los atentados, se le olvida a esos guerreristas que gracias a esa paz de Santos es que hoy tenemos menos muertos que hace 8 años, o tal vez prefieren la guerra que pregonan pero sin ir ellos a enfrentarla.
Sin lugar a dudas lo que paso en el barrio
San José es un punto de quiebre en los diálogos de Quito, diálogos que están a
pocos días de cumplir un año de instalados y de los que no se ven resultados
para la ciudadanía, tal vez lo único que ha pasado es que los guerrillos del
ELN se han fortalecido, acá ya no cabe el lema de Santos que funcionó con las
FARC de dialogar en medio del conflicto, en aquellos diálogos se veían avances,
en estos no se ve voluntad real de una guerrilla que se ha visto fortalecida
militarmente y que ha ganado apoyo internacional. Así como están las cosas el único
camino de Santos es detener el circo de Quito, acabar los diálogos ya que no
hay resultados un año después, y en el que estos criminales y terroristas,
siguen arraigados a sus políticas radicales.
He de decir que soy un convencido de que
las guerras de guerrillas no son de fácil lucha, y que el camino para acabarlas
no es del todo la misma guerra sino por el contrario el dialogo, sin embargo,
para dialogar se necesita de actos de buena voluntad y atentar y acabar con la
vida de policías y población civil en medio de los diálogos no es un buen síntoma
para ello. Mientras estos criminales sigan con su política de ataques y su
guerra estúpida, el único camino es combatirlos militarmente con todo el poder
del estado.
Sin lugar a dudas el barrio San José puede
quedar enmarcado en la historia de Colombia como el punto de quiebre de una
campaña de por si polarizada y dividida entre izquierdas y derechas, en la que
sin sonrojarse los unos y los otros se definen a sí mismos de cada tendencia, y
en la que los criminales como el ELN ejercen de jefe de campaña de los sectores
radicales que siguen dueños de la tierra, esos que se apoderan del erario público
con su corrupción y que así como vamos no será posible quitárselos, todo
gracias a la ignorancia y radicalización de los guerrilleros que siempre llevan
el terror para que otros nos vendan miedos, con estos miedos es seguro ganar, así
llego Uribe en el 2002, y así se visionan los que se adueñan del discurso visceral.
- Importante conocer de donde vienen y para donde van los candidatos a presidente de este corrupto país, país en el que los corruptos mas grandes se pretenden adueñar de las banderas anticorrupción, mientras sigamos siendo un país sin educación esto seguirá pasando y los políticos de derecha lo saben. Si quieren identificarlos, es sencillo, miren las listas al congreso que conformaron partidos radicales.