Esas mismas campañas que andan en recolección de firma, hacen firmaton para recogerla utilizando eventos de la administración de turno en donde saben de antemano el censo de personas que llegaran a disfrutar del concierto o de la entrega de la tablet, ya tienen por hecho que su fuerza real no llegará por medio de firmas sino que por el contrario lo tienen hecho con un partido que les de el aval necesario para aspirar a seguir mandando.
Según la pagina de la registraduria. "De acuerdo con la Ley 130 de 1994 existen en la actualidad dos modalidades para que los candidatos se inscriban para las elecciones que se realizarán en el país en el 2014: con el aval de un partido o movimiento político con personería jurídica reconocida por el Consejo Nacional Electoral, o por medio de Grupos Significativos de Ciudadanos. Esta segunda opción establece que quienes no cuentan o no desean el aval de un movimiento o partido político, o prefieren crear su propio grupo político, puedan hacerlo y aspirar a una curul cumpliendo con los requisitos que estipula la ley para garantizar a los colombianos diversidad de candidatos y programas políticos."
La revista Semana llamo la atención con un articulo en la cual afirma que: "La crítica que ha despertado la bonanza de aspiraciones con firmas es la de la competencia desleal. El que las recoge puede visitar barrios y localidades antes del 25 de julio, que es cuando oficialmente arrancan las campañas. Eso representa un vacío legal enorme que desequilibra la competencia."
Con lo anterior y en aras de un verdadero equilibrio es mas que necesario revisar este mecanismo de participación, que pone en ventaja a los que desde 6 meses atrás comienzan con la campaña recogiendo firmas, mostrando resultados ajenos y pidiendo el apoyo, para luego unirse mediante el aval de un partido político tradicional que tenga el musculo necesario para llevarlos de verdad a un cargo de elección popular en el cual ya hicieron el trabajo sucio, moler votos, y mover gente para mostrarles que siguen siendo la opción mas viable, tal como resulto con un alcalde de la ciudad de Santa Marta que se movía recogiendo firmas en nombre de una fuerza y que meses antes de la elección recibió el aval de un partido tradicional, y que sea dicho, ese aval no representaba bases sino intereses, pero que desde luego como todo mal avalado termino en que la bancada que debía apoyar en el concejo nunca lo hizo.
Perlas:
- Tal como van las cosas en Santa Marta, continuaremos con el cambio. No hay candidato que le pelee al candidato de la administración.
- Momento duro para el proceso de paz, en la Habana hablan de paz y el Colombia hacen la guerra.