Han pasado las elecciones
en Colombia en lo que podemos denominar un plebiscito para el gobierno de
Gustavo Petro, lo que olía o sabia a Pacto en alcaldías ha perdido en las
grandes capitales. Colombia se ha pronunciado. Sin embargo, en Santa Marta se
mantiene la hegemonía del poderoso Carlos Caicedo, serán 16 años de alcaldía.
Santa Marta en estas elecciones
mayoritariamente le ha dicho que no a Caicedo, sin embargo, hay que aplaudir de
pie la labor titánica que en menos de un mes Caicedo ha hecho con un
desconocido candidato, del cual no importa el nombre, solo que tenga la
camiseta naranja y alce el brazo empuñado en forma de victoria. Eso es lo único
que cuenta en el movimiento que logro ganar la elección o el preconteo en un
verdadero voto finish.
Muchos dirán que el cura
Ordoñez o Alfonso Lastra dividieron la votación, y es cierto. Sumando los votos
de estos dos candidatos y los de Carlos Pinedo Cuello se llevan de lejos al
desconocido que será alcalde de la ciudad por lo menos hasta que un tribunal lo
revoque por haberse inscrito con una tutela fallada por un juez de pueblo, un
juez amigo del cambio. De esos que le encantan a Caicedo y que hacen parte de
los archivos del movimiento con su respectiva columna de apoyo.
El candidato Agudelo con 85504
votos frente a Pinedo que sacó 85222 votos en el preconteo, se alza victorioso
en nombre del Clan Caicedo, serán 16 años al frente de la ciudad desde aquel
año 2011 en el que muchos votamos por Caicedo, convencidos de que sería un
cambio y un bálsamo frente a una ciudad con el rumbo perdido, todo lo contrario
a eso ha pasado, en estas elecciones ya no ganan con voto de opinión, ya lo
hacen con la gran maquinaria y el clan que han construido gracias a
contratistas y lideres de barrio que se arropan bajo la sabana naranja del
poder.
Las votaciones de Pinedo, el
cura y Lastra pasan los 107 mil votos. Algo más del 48% de los votos válidos,
sin sumar los votos en blanco de una ciudad que siente como se la han robado en
los últimos años, como han cambiado y como son los dueños del poder, bien
cimentados y bien construidos esas bases para decirle a Colombia que tienen un
posible candidato presidencial en las huestes naranjas, o al menos ese es el
discurso que se echan entre ellos, entre los nuevos ricos del clan Caicedo, un
clan de ahora, una nueva mafia como dicen y reniegan de los de antes, pero con
mucho poder para ser capaces de colocar a cualquier zapato en la foto del tarjetón
y montarlo de alcalde. De nuevo, aplausos.
Ahora toca esperar que se
pronuncien los organismos judiciales, la tutela del juez Villalba debe ir a un
tribunal en donde será revocado el ganador de los naranjas, el concejo de
estado debe fallar las posibles revocatorias de un candidato inscrito con
babas. Santa Marta seguirá con la incertidumbre unos meses más, en donde
posiblemente tendrán elecciones atípicas por allá en marzo, para eso la ciudad
y los samarios deben prepararse y esta vez unirse para sacar del poder por fin
a quienes hoy son el nuevo clan político de una ciudad con los indicadores de
pobreza y de calidad de vida igual o peor que antes, solo que el color que
gobierna y el apellido que se sienta en el poder es diferente a los de antes,
los de ahora y el nuevo clan se apellida Caicedo.