El Unión Magdalena ha vuelto a
ser el equipo que cae goleado, este semestre le han propinado severos mazazos, América
de Cali 4-1, Pereira 0-3 y ayer el Bucaramanga que tenía 14 fechas sin ganar le
repitió la dosis 0-3 en la ciudad bonita. Este es un equipo con mejores
elementos que el equipo que alcanzó a ilusionar a una ciudad el semestre
pasado, pero que siempre se siente inferior ante los grandes retos, como lo
demostró ante Junior en la semifinal de copa, o como no supo rematar los últimos
5 partidos para clasificar entre los 8.
Claudio Sergio Rodríguez, amigo
íntimo del dueño del equipo el señor Eduardo Dávila, se ha vuelto un encantador
y culebrero, hasta hace algunos dos partidos soñaba que iba ser finalista de la
copa Colombia y que se metía en los 8 finalistas, siempre con un discurso
altanero y agresivo desde la impotencia y la incapacidad de sacar a flote un
equipo que tiene mejores jugadores, Alex mejía, mundialista, Juan Camilo Angulo
jugó por fuera del país, selección Colombia, Wilder Guisao jugó en Brasil, Ramiro
Sánchez arquero con mucha veteranía, Nicolas Gil el mariscal en defensa, sumado
a jugadores que han surgido de la cantera que se han consolidado como Jermein
Peña, Fabian Cantillo y el Caballo Márquez.
En contravía el equipo siempre
contrata paquetes vallunos y esta vez argentinos, jugadores varaos que elevan
cometas y terminan jugando en el equipo de Eduardo Dávila, casos: Steven
Palomeque, Jesús Cano, Brayan Carabali, Colorado, Carlos Rodríguez, y como no
mencionar al gordo Romero y Gonzalo Lucero, dos jugadores que en un equipo de
nivel serio jamás serian titulares, pero que para Claudio son imprescindibles.
Para Eduardo Dávila tener el
equipo en la B no lo trasnocha, quizás dejar de pagar jugadores de renombre en
un torneo duro, para pagar un millón y dos millones de pesos a pelaos que
quieren destacar sea el verdadero negocio, sabe que por ser socio fundador de
la Dimayor tiene garantizadas todas las prebendas como si fuera un Nacional o
Junior, recibe dineros por derechos de Televisión y en un estadio que es mal
administrado porque este equipo, pese a tener grandes contrataciones es muestra
de cómo no administrar una empresa, el estadio se abren tribunas de acuerdo al
gusto de la junta directiva, quizás porque es más fácil reconocer que es un
equipo sin alma y que no lleva a la afición a acompañarlo, prefiere esta junta directiva
y el señor Eduardo Dávila acompañar al milonguero Claudio Sergio Rodríguez,
vendedor de humo, quien hizo echar a David Ferreira para ser el, el comandante
de un equipo que está condenado a la B, y que le va tocar luchar más duro
que el año pasado, cuando era más fácil armar el promedio, este año con el
Caldas y el Huila la pelea será más dura. EL unión es oficialmente el equipo
que levanta muertos en Colombia, lo hizo con el Cali y lo ha vuelto a repetir
con el Bucaramanga.
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