Lagrimas en el fútbol

El unión Magdalena es un equipo con una gran hinchada, sufrida y acostumbrada a perder. Se vive más en las derrotas que en los triunfos, y las lágrimas de la afición ya no salen fácilmente, han sido tantas las decepciones de este equipo que se dice que los hinchas del ciclón tenemos un doctorado en sufrimiento.

Este año llegaba como todos, sin la ilusión de ascender con un equipo armado a medias pero que se regula en la temporada y siempre se desinfla en las finales. Así fue como en el primer semestre cabalgó y en la fase final se hundió. Para el segundo torneo era más sencillo, y pese a ser menos regular que en el primer semestre, logró entrar en los ocho finalistas de la B pensando en ascender, y pese a iniciar en casa el camino iba ser como siempre el camino del sufrimiento y la tortura para los hinchas, cuando en la fecha uno, el unión era incapaz de pasar de un empate con Llaneros en Santa Marta. Luego debía ir a Bogotá a enfrentar a Fortaleza y le arrancaba otro punto, para nuevamente de visitante perder con Bogotá FC. Esa primera ronda presagiaba que el Unión debía estar otro años más en la B y la afición seguir sufriendo, llorando al Unión en el infierno de la segunda división. Sin embargo, la segunda vuelta iniciaba con una goleada en Santa Marta frente al mismo Bogotá FC, y eso le daba aire en la camiseta para ganar in extremis a Fortaleza en el Sierra Nevada. Así llegaba a la última fecha, con 8 puntos y dependiendo de que Fortaleza perdiera con Bogotá, y lo mas difícil para este equipo, hacer su tarea y ganarle a Llaneros en Villavicencio. 

La historia del último partido, la misma del Unión en las finales, Bogotá haciendo el trabajo para el equipo de Santa Marta, y el Unión siendo incapaz de ganarle a Llaneros, en un partido que se veía movido pero que no dejaba el sabor de ver al unión en la A en el año 2022. Y claro, ya ni pa' que llorar, al minuto 81 el Unión no solo no era capaz de hacer el gol para ganar, sino que perdía 1-0 y ya muchos con el doctorado hecho, nos resignábamos a estar en la B un año más, sin embargo, paso lo que nadie esperaba, lo que muchos han catalogado como robo en el futbol, amaño y otras tantas estupideces que han dicho los periodistas cachacos. El Unión Magdalena al minuto 94 empataba el partido, y al minuto 96 hacia el gol del triunfo en una jugada catalogada para muchos como vergüenza, sin embargo, no se mira el contexto de un partido que fue más de lo mismo, un Unión que parecía no querer subir a la A, y que se conformaba con un empate, un contexto que a los que sabemos la triste historia del equipo ya ni nos duele, era más del mismo show que siempre vivimos. El gol del defensa del Unión, un escándalo mundial y avivado por las redes sociales que no perdonan media, se ha convertido en la comidilla de los medios y en lo que todos hablan hoy, sin conocer que el Unión es un equipo chico sin el musculo económico de un Nacional, Junior o Millonarios, por esa razón no veo claro que digan que el Unión compró el partido o a los jugadores de Llaneros. MI teoría va más por el lado de un equipo que entró en shock al momento en que el Unión empata y luego se paran como queriendo decir acá no tenemos nada que hacer, completamente entregados, lo cual puede resultar en una conducta antideportiva pero nunca ilegal.

Desde el presidente Duque, quien se reunió con el presidente del Fortaleza, un equipo que fue incapaz de hacer su tarea, el técnico de Fortaleza expresaba con lágrimas, lo que él consideraba un robo y claro salieron a decir que hay corrupción en el futbol, trampa y amaños, sin conocer un contexto de un equipo que parecía jugar para seguir en la B, y que se encontró al final con un regalo que el mismo Daiver Vega, delantero del equipo no quiso capitalizar, haciendo el pase al defensor Jonathan Segura quien fue el que finalmente metió el balón para que el Unión Magdalena nuevamente fuera de la A. Las lágrimas en el futbol no siempre son de tristeza y esta vez  a nosotros, expertos en sufrir nos tocaba celebrar que el unión en un equipo y un momento inesperado volvía a la primera división, aunque con todo el show que se ha armado no sabemos a ciencia cierta que ira a pasar, por mí y por el bien de todo, que investiguen lo que quieran investigar, eso sí, nunca vimos preocupados a los mismos moralistas, cuando Falcao pactaba con los jugadores de Perú en Lima para que los dos fueran a tomar Vodka a Rusia. Tampoco ví preocupado a Duque cuando en las redes sociales salian los formatos de votación alterados para favorecer su votación. Ahí, todo era felicidad, pero hoy son lágrimas de cocodrilo, lagrimas que terminan con el ciclón en la A, aunque el padre linero experto en sufrir diga que así no.