Una terrible disputa entre los sectores de
izquierda y derecha, en eso se ha convertido la política del país y el tema de
discusión diario en todos los rincones. Desde que Uribe hiciera con este país
lo que quiso, acabo con el bipartidismo y se proclamó el salvador de un país
inviable, Colombia se ha vuelto más que inviable, se ha polarizado y dividido
hasta en los hogares.
Que en Colombia hubiese terminado la
guerra entre conservadores y liberales de los años 40 y 50, con el frente
nacional en donde acordaron terminar esa polarización para turnarse en el poder
durante 16 años, con eso saciar sus ansias de poder y dejar a todos tranquilos.
Lejos estamos en Colombia de terminar con un frente nacional, porque las
heridas abiertas son más profundas y quizás porque el radicalismo actual sigue
enfrentando la lucha de clases y sobre todo la lucha por las tierras y el poco
deseo de unos de que se conozca la verdad y de otros de que se conozca toda.
Esta bendita pelea que nos traen los
lideres políticos de Colombia, se traslada del ámbito nacional al regional y
local, recientemente se vio por redes sociales la pelea en el Magdalena entre
los enviados por el mello cotes y los jóvenes de fuerza ciudadana de Caicedo,
pelea en la que no solo queda mal la sociedad, sino los mismos líderes de cada
bando. Por un lado se justifican en la provocación que tuvieron y por otro lado
decir que empezaron primero los otros. Ese es el tamaño del debate que están
llevando quienes piensan gobernar el departamento, quienes piensan en sacar la
educación del Magdalena de los últimos lugares en pruebas Saber, quienes
piensan que los hospitales de cada municipio son más pequeños que los puestos
de salud de Santa Marta.
Polarización que acaba el país, en la que
unos se creen los héroes y los otros los malos, mírese del lado que se mire,
siempre encontraremos que se justifican. Y es que desde que el presidente
eterno de Duque decidiera usar su lenguaje traqueto y mafioso, desafiar a la
institucionalidad y hablar de estado de opinión por encima del estado de
derecho, ya nadie respeta a nada, ahora cualquier persona da su opinión por
encima de la ley y con eso les importa un pito lo que realmente pase, en un país
que va camino al fondo del abismo y que no termina de entender en que momento
llegamos a estar en el punto que a unos le dicen paracos y a otros
guerrilleros, en donde no podemos vivir en paz, solo porque quienes lideran la política
y gobiernan, mandan mensajes de polarización de división en un país que entendió
que el pensamiento es visceral antes que racional.
Esa pelea entre Uribe y Petro, la misma que llevan en redes sociales y se va incluso a las familias, en donde se piden o llevan a bandos, son dos males que se necesitan entre si para estar vigentes, y así siguen generando el odio entre colombianos.
Esa pelea entre Uribe y Petro, la misma que llevan en redes sociales y se va incluso a las familias, en donde se piden o llevan a bandos, son dos males que se necesitan entre si para estar vigentes, y así siguen generando el odio entre colombianos.
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