Uno de los problemas más grandes de elegir a los representantes,
senadores y gobernadores en este país, es escoger personas que no están
preparadas para esos cargos. Esto sucede no solo en Colombia, lo hemos visto en
muchos países, y da como resultado que quienes hacen las leyes o nos gobiernen
sean el hazme reír de la sociedad.
Ahora bajo el abrigo de la casa Char ha vuelto a surgir como el ave fénix en política, ese mismo senador que en sus intervenciones demagogas en el congreso, pareciera que estuviera borracho o con unas copitas de más de cualquier whisky barato. Este senador que fue elegido presidente de la comisión sexta del senado, comisión encargada de las comunicaciones; tarifas; calamidades públicas; funciones públicas y prestación de los servicios públicos; medios de comunicación; investigación científica y tecnológica; espectros electromagnéticos; órbita geoestacionaria; sistemas digitales de comunicación e informática; espacio aéreo; obras públicas y transporte; turismo y desarrollo turístico; educación y cultura. Sale con la brillante idea de regular el debate y los comentarios que a través de las redes sociales, los ciudadanos del común manifestamos, ese único escape o medio en el cual se puede debatir o denunciar gracias a los avances tecnológicos. En esas redes que se descubren las cochinadas que el gobierno nos quiere hacer, como el nombramiento de personas que son retiradas de otras corporaciones por tramposas, o que tal nombrar a alguien que habla mal de las víctimas y querer nombrarla al mando del organismo que las protege.
Perlas:
1.Tomado de la revista semana
Estos personajes que llegan al congreso a tratar de hacer leyes de
acuerdo a su conveniencia, a sus creencias y a sus dogmas, son del mismo
talante que el chavismo en Venezuela, personas que reprimen las libertades y
derechos de los demás, que se creen con la responsabilidad de hacer lo que les
convenga sin importar al prójimo, claro, se escudan en que fueron elegidos por
más de 80 mil votos. Por eso es que se debe escoger bien, y no botar el voto
con cualquier aparecido o como el mismo personaje lo predica, cualquier Juan de
los palotes.
La polémica encendida esta semana, se refiere al Senador Cienaguero Toño Zabarain, quien fue alcalde del municipio magdalense en el año 1999, año
en el que gozó por unos meses de la bicoca de ser alcalde un municipio millonario
gracias a las regalías del carbón y pobre gracias a sus dirigentes, en ese
corto tiempo le alcanzó a Zabaraín para otorgar uno de los contratos más
polémicos de los últimos años en Ciénaga, se trata de la Concesión de agua
potable, acueducto y alcantarillado entregada a Operadores de La Sierra con lo
que comprometió recursos del sistema general de participación por veinte años.
El servicio que ha prestado la empresa durante este tiempo ha sido objeto de
todo tipo de denuncias por la mala calidad del agua que suministra. Tantos años después, el municipio enfrenta una emergencia
sanitaria. Zabaraín guarda una muy estrecha relación política con el
veterano exsenador Roberto Gerlein, es discípulo de Gerleín y se quedó con el
personaje. Lo imita cuando está en tragos y lo emula en el Senado. 1
Ahora bajo el abrigo de la casa Char ha vuelto a surgir como el ave fénix en política, ese mismo senador que en sus intervenciones demagogas en el congreso, pareciera que estuviera borracho o con unas copitas de más de cualquier whisky barato. Este senador que fue elegido presidente de la comisión sexta del senado, comisión encargada de las comunicaciones; tarifas; calamidades públicas; funciones públicas y prestación de los servicios públicos; medios de comunicación; investigación científica y tecnológica; espectros electromagnéticos; órbita geoestacionaria; sistemas digitales de comunicación e informática; espacio aéreo; obras públicas y transporte; turismo y desarrollo turístico; educación y cultura. Sale con la brillante idea de regular el debate y los comentarios que a través de las redes sociales, los ciudadanos del común manifestamos, ese único escape o medio en el cual se puede debatir o denunciar gracias a los avances tecnológicos. En esas redes que se descubren las cochinadas que el gobierno nos quiere hacer, como el nombramiento de personas que son retiradas de otras corporaciones por tramposas, o que tal nombrar a alguien que habla mal de las víctimas y querer nombrarla al mando del organismo que las protege.
Eso son las redes sociales, un medio de denuncia del ciudadano del
común, en el que se pone de manifiesto el descontento de un país con sus
gobernantes, medios o con lo que no se esté de acuerdo, es un medio en el que en esta
sociedad de la información se ha convertido en un verdadero sitio para
denunciar lo que muchos no se atreven o que los medios no reportan, y que
resulta incómodo para muchos, incluyendo al senador Uribe, quien aplica el
bloqueo a sus opositores y destila su veneno sin que nadie le pregunte o responda cuando quiere, así como daño la honra de Daniel Samper Ospina acusándolo de ser
violador de niños, en ese momento no se pensó en censurar las redes, para eso
cabe la denuncia penal en la justicia cada día mas vapuleada de un país en la
que cualquiera con plata y poder puede llegar a imponer su doctrina. Es de esa forma
que se debe buscar la defensa de quienes se sientan agredidos, en la justicia. No imponiendo
mas restricciones a quienes no piensan igual que Toño Zabarain o quienes no
pensamos que el fiscal deba estar en su puesto, Así no Toño, así no...
Perlas:
- Barranquilla le da la cara mas amable al Rio Magdalena, ese en el que confluyen todos los sectores de la sociedad a vivir un rato diferente un fin de semana. Ciudad orgullo de Colombia que ha crecido a millón en los últimos años.
- Volvieron las extorsiones, las amenazas, siguen los asesinatos a lideres sociales, bienvenidos a la Colombia de la mano firme y el corazón grande de nuevo.
- En el corregimiento del salado en Bolívar, siguen los asesinatos de quienes piden la restitución de tierras, o reclaman por ser victimas. Esas tierras usurpadas por los paracos en los años dorados de la mano firme y el corazón grande.
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