sábado, enero 19, 2019

Miserables

La miseria humana se confunde en el dolor, hay quienes son los que provocan ese dolor y otros los que hurgan en la herida tratando de infringir más urticaria a quien siente y vive momentos de sufrimiento.
Precisamente esto es lo que muchos no queremos más, que Colombia siga siendo un país en el que las bombas que retumban en las calles, acallen voces y personas inocentes, pero sobre todo que el país supere una guerra que no ha dejado sino muertos.
Explotó un carro bomba en la escuela de policías más grande del país, el alma mater de la institución en donde se forman los futuros comandantes  de la fuerza de seguridad encargada de mantener el orden público y la seguridad de los ciudadanos.

Cobarde cometer un acto de esta naturaleza, cobarde y miserable ingresar en una camioneta al parecer con un kamikaze, 80 kilos de explosivos, suficientes para acabar con la vida de más de 20 personas y herir a un centenar de jóvenes que lucha por salir adelante. Jóvenes y personas que jamás imaginaron que estando en la institución policial podrían sufrir este atentado de miserables y repudiables seres humanos, que buscan su justificación en ideas del siglo XX.
Miserables, atentar contra otro ser humano y cegar su vida de la forma vil y cobarde. En un carro lleno de explosivos detonarlo en medio de un campus educativo, pero sobre todo sin dar la cara.

Por otro lado, la miseria no conoce colores ni orientación política, es así como desde el ex presidente Uribe sale la malicia y maldad, el reproche a quien logro evitar que estas bombas siguieran ocurriendo en un país herido por el dolor y la infamia de estos políticos, esos que alimentan el rencor y el odio de un pueblo que siente y piensa con las vísceras en estos momentos de dolor. Jerónimo Uribe, destilando el veneno de su papa escribe en su cuenta de twitter “se sabía que la paz de Santos era una farsa. Enfrentar el mar de coca, minería ilegal y corrupción que dejó Santos es un tremendo reto para el Presidente Duque”.

Los que hoy están en el gobierno hicieron años de oposición culpando a Santos de lo divino y lo humano, se les olvida a estos personajes que hoy ellos son quienes gobiernan el país, olvidan que estos atentados no se vivían en el país, y saben que un país en paz esto no sucedería. Necesitan que sucedan actos de guerra, la paz no es un negocio político ni saludable para sus aspiraciones, por eso incendian el país, gozan con los muertos, replican imágenes de dolor de cuerpos mutilados para que el pueblo sienta y siga pensando con el hígado. Venían a hacer trizas la paz, y hoy los miserables del ELN hacen trizas cuerpos humanos. Los extremos son malos, y se necesitan para subsistir. Ese es nuestro escenario actual, con miserables de derecha e izquierda, se necesitan el uno del otro.

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