Han pasado las elecciones más emocionantes de Colombia, se acabó
la discordia en muchas familias que vivieron esta contienda electoral con el corazón,
contienda que pudo dividir a mucho y que logro sacar lo peor de los
colombianos. Logró que habláramos de países vecinos que literalmente están
comiendo mierda, y eso ya es mucho...
Somos Colombia, y nuestra ideología
nos da para seguir cómodamente en nuestra zona de confort, es más fácil seguir ahí
que salir a aventurar, así somos.
México ha dado un salto, muchos
lo pueden considerar un salto al vacío, otros podrán decir que un saldo al
cambio, al establecimiento, ese que se enfrentó de manera feroz contra Petro en
Colombia, le temíamos tanto a ser Venezuela que terminamos siendo la misma
Colombia corrupta, esa en la que gobiernan Pastrana y en la que los
congresistas que ayer hablaban de la paz de Santos, hoy son los mimos de las
reformas de Duque - Uribe.
Ya nos vemos como un país que
camina a un referendo convocado por el presidente electo, ese que Uribe sueña,
porque si no lo logra camina a la cárcel, ya comienza a imponernos sus ideas, y
eso es lo normal, a mí por lo menos no me sorprende, al final la gente de ese
partido de Uribe como la Paloma, son coherentes con lo que nos han dicho
durante los últimos cuatro años, la paz hay que hacerla trizas, y hay que hacer
las reformas necesarias para que los militares que estuvieron en ese conflicto
colombiano de 50 años, puedan estar al acomodo de Uribe y no de la verdad, de
lo contrario su presidente eterno terminaría preso.
Se terminaron las elecciones y
el fantasma de Venezuela ha desaparecido, las noticias en los medios del país
hermano ya no son las mismas, Colombia eligió seguir siendo Colombia y eso
puede ser bueno o malo, lo malo no es que sigamos siendo Colombia, lo malo es
que tengamos a un político como Uribe lleno de odio y a sus amigos al estilo
del primo hermano de pablo escobar hablando de neutralizar a periodistas que se
atreven a denunciar sus cochinadas. Eso es lo temible, y eso lo sabíamos, conocíamos
que estábamos mas cerca de ser Venezuela con Uribe que con Petro, aun así, el
fantasma del castrochavismo nos pudo más, da igual, Colombia es así. Otros países
como México, dan el salto, no le temen, nosotros nos espantamos porque el
fantasma del castrochavismo nos pudo más, nos pudo más que entender que
buscando a Chávez en Colombia, me encontré a Uribe....
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