La diplomacia se define como el manejo profesional de las relaciones
entre los soberanos, algunos hablan a veces de ser diplomáticos entendiendo de
que las personas que manejan el arte de la diplomacia son personas cautas y
serias en su forma de proceder, además de tener cierto grado de raciocinio que
los hace importantes.
Actualmente asistimos a lo que podemos denominar la nueva diplomacia, o
la diplomacia moderna, es esa en la que el presidente del país más poderoso del
mundo gobierna mediante el Twitter, incendia con sus comentarios las salas de
redacción de la prensa, asiste a eventos en los que pisotea a los gobernantes
de otros países y hasta es capaz de hacerle cariñitos en la mano al papa
Francisco. Así, de ese tamaño es la diplomacia del presidente de los Estados
Unidos actualmente, ese presidente que eligieron contra todos los pronósticos
los norteamericanos, quizás guiados por el populismo que se impone en los
tiempos modernos en este mundo que cada día parece más loco y que carece de esa
diplomacia que pueda relacionarnos mejor.
La diplomacia es también el sentido común y comprensión aplicados a las
relaciones internacionales., la aplicación de la inteligencia y el tacto a la
dirección de las relaciones oficiales entre Gobiernos de Estados independientes.
Pero más que eso, ser diplomático es ser cauto y coherente al hablar, es ser
serio en las decisiones y sobre todo tener seriedad y tener mucho de cuidado
con el otro, esa diplomacia falsa que se ejerce actualmente. Ser diplomático es
tratar con respeto y educación a los otros, esto se ha perdido desde que llegaron
al poder los Hugo Chávez, Álvaro Uribe, Donald Trump, Nicolás Maduro, personas
que hicieron del populismo su bandera del poder y que a costilla de ese
discurso se asentaron y lograron perpetuar ideas que terminan siendo eso, ideas
y quimeras poco fácil de cumplir.
En esta época actual asistimos a una ola de nacionalismo y populismo que
afecta las relaciones diplomáticas, tenemos de vecino a un presidente que desde
su palacio presidencial instiga a quienes piensan diferente a su revolución, y
en nuestro país tenemos a un ex presidente que desde su Twitter rompe todas la
reglas de la educación y el respeto, es decir de la diplomacia que debería ostentar
por su cargo de ex presidente y actual senador, así entonces llama Bandidito,
mafioso, apoyados de las farc a periodistas, insulta a las madres
que por su política perdieron a sus hijos, y hace más de lo mismo mientras sus
seguidores funcionan como seguidores de cantante de reguetón que no les importa
si sale al aire más 4 babys o felices los 4, poesía pura para unos y adefesio
para otros.
En eso está esta sociedad, en vivir sin dejar vivir al otro, dicen que
los dirigidos se parecen a sus gobernantes, y que lo más importante es el estilo
de liderazgo, la educación y el respeto desde Trump para abajo se ha perdido, alguno
les parecerá chiste, a otros nos preocupa que la nueva diplomacia tenga estos
personajes como jefes.
Perlas:
- Santos
les queda mal a todos, no en vano su nivel de desaprobación por más que
posea un premio Nobel, una verdadera paz se construye desde lo social, y
la educación es un pilar fundamental de ello, lo que hace con los maestros
no es más que lo mismo de todos los gobiernos que se montan en el poder.