domingo, septiembre 20, 2015

Hampones al ataque bajo la lluvia

Esta inseguridad que se vive en Colombia hace que los medios de comunicación publiquen en sus redes sociales advertencias tales como, comienza la lluvia ojo conductores al circular por la calle 17 y calle 30, luego dicen, no circular por la calle 17 y calle 30. Están atracando...
Asi resultan las noticias y las leemos desprevenidos y con cierto dejo como sino tuvieran que ver con nosotros hasta que nos toca vivirlo. Lo que ocurre en una sociedad en la que sus ciudadanos esperan que otros ciudadanos tengan adversidades para entrar a robar es síntoma inequívoco de la degradación y la basura en la que es andamos como país.

Este domingo me toco vivirlo, regresaba de Santa Marta a Barranquilla y en medio del fuerte aguacero que caía en la carretera y en la previsión de que en la capital mundial de los arroyos estuviese lloviendo solo pensaba en la mejor ruta para desviarlos, he de confesar que le tengo pavor a la calle 17 y que nunca la tomo, menos la iba a tomar en medio de un aguacero, la decisión entonces tomar la llamada avenida del río y pagar el peaje que no es nada económico para ser un peaje urbano, ahí íbamos en el carro camino a la Avenida Olaya herrera, cuando de repente muchos carros venían en contravia y sin  prestarle mayor atención seguía adelante, cuando de repente digo yo que Dios nos envió unos ángeles que venían avisando que justo en la llegada de la glorieta de la 46 con Avenida del río estaban atracando, ampones que aprovechan la lluvia para hacer de las suyas, detener a los carros intimidando y quitando pertenencias a gente de bien que regresa a sus hogares.De una la reacción es regresar en la misma contra vía, y pensar en que camino debía usar para llegar a mi casa, la opción mas cercana la carrera 38, otra vía peligrosa, otro dolor de cabeza para el ciudadano de bien. Ahí estábamos camino a la casa esquivando charcos y huecos, en una porquería de avenida que esta convertida en un quebradero de pavimento reventado, y adicionalmente esquivando ladrones en una ciudad que se afana de llamar al país a que se mueva pero que en una avenida llamada insignia de la administración y con presencia policial atracan a los vehículos que les toca pagar la módica suma de 5800 pesos para ir directo a la zona de robo.

Dios es muy bueno conmigo, no tengo mas que decir de todo lo vivido, el peligro que pudo ser llegar a la zona donde se supone que por pagar un peaje urbano en la propia ciudad que esta movilizando al país por su desarrollo, se desata la problemática de los bandidos bajo la lluvia, problema de nunca acabar y en el que provoca decir que se debe actuar a lo pinochet, o a lo hiroshima, pero que al razonar luego de vivir el miedo en carne propia, se deduce que lo mejor es intervenir socialmente esas zonas tan desgraciadas, y en desgracia, porque aprovechan el mal ajeno para salir a hacer de las suya, salir como hampones a atacar bajo la lluvia.

Perlas:

  • ¿Algún ente de control investigará los gastos de las campañas a la alcaldía de Santa Marta?, sobre todo la campaña del candidato de la administración, se ha tomado todos los taxis y busetas de la ciudad, se habran violado topes? Otra cosa y mención aparte tiene el hecho de la contratación que se ha movido en epocas electorales, tumbando aquí y haciendo alla. Averigüelo Polo.


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