Sitiados por bandidos

Lo que vive Santa Marta en los últimos días, se puede describir como una ciudad consumida en la violencia y el caos producida en su mayoría por antisociales disfrazados de mototaxistas que acuden a este oficio para camuflarse del accionar judicial.
Hoy hubo de todo en la ciudad de Bastidas, asalto a un camión de la Brinks en el Rodadero en el cual resultaron 2 trabajadores, 1 cliente y un escolta heridos, intento de asesinato a un funcionario de la defensoria del pueblo, caos, desorden en las vías principales, bajada de pasajeros de los buses, intento de quemar taxis, y lanzamiento de piedras a la fuerza publica.
No resiste mas el samario, pero no resiste no porque tenga que criticar en vez de actuar, sino porque siente que en la ciudad no hay autoridad. Soy el primero que aplaude la medida del alcalde de prohibir el parrillero hombre en las motos, las estadísticas son concluyentes, el 95% de los crímenes se cometen desde este tipo de vehículos, suficiente argumento para acabar con la ilegalidad del mototaxismo, ese fenómeno social que se ha crecido en la ultima década, y de la cual han sido responsables desde los gobiernos anteriores que no hicieron nada, hasta el propio alcalde que fue ayudado por este gremio en las elecciones que lo llevaron al máximo cargo de la ciudad.
Como samario no soportamos mas que unos cuantos bandidos quieran tomarse por su ley el orden de la ciudad, que quieran hacer de nuestro paraíso un infierno, en el cual se creen una fuerza delta del desorden y el caos, que enrutan hacia donde quieren hacer daño y ocasionar ruido. Con todo esto, lo que hacen es darle la razón al alcalde para prohibirles su oficio.
Cultura ciudadana de todos necesitamos para frenar mucho de lo que ocurre, porque como dice el viejo refrán, existe porque hay quien lo pague, si el personaje del común, no tomara este servicio de mototaxis seguramente que no tendrían oficio, pero como hay quien lo utilice por ahorrarse caminar unas cuadras, los señores de las motos tienen su camello.
Hay que mencionar también que el sistema de transporte de la ciudad es un desastre en todo el sentido de la palabra, algo que no tiene solución aun, porque se cuenta con un transporte de cartón, con un precio incomodo y no regulado por la autoridad, ya que al menor asomo de agua o de tener cara de marrano, el transportador se aprovecha para hacer su agosto sin el menor reparo de autoridad alguna.
Ojala que la medida se mantenga en el tiempo, y que los que hoy sitian la ciudad tomandosela a su ley entiendan que el bien común prima sobre el interés particular, que pese a que en Santa Marta viven mas de 400 mil personas, la autoridad debe ser una sola y en caso de ser necesario se deben tomar todas las medidas que garanticen que el ciudadano del común, ese que anda a pie o en su carrito particular pueda transitar sin temor a que un bandido en la calle le haga daño.