Luego de ser los grandes responsables y protagonistas de una polarización sin precedentes en Colombia, los culpables de este duro momento que tiene al país en una situación agonizante son los mismos que tildan de "HP" a los congresistas o les sentencian un "no pasarán" en el escenario político. Estas frases provienen directamente del presidente de la República. Un presidente que, en su época de senador, afirmaba que "nadie sobraba" y que a diario denunciaba las muertes de líderes sociales. Mágicamente, una vez en el gobierno, dejó de hacerlo, a pesar de que la cifra de líderes sociales asesinados ha aumentado bajo la mirada ciega de su administración y sus secuaces bodegueros.
Frank Underwood les mostró a los políticos sucios el camino de cómo se manipulan las elecciones cuando las cosas no salen como se esperan. Temiendo perder las elecciones, orquestó una operación ilegal para manipular los resultados: fingió un ataque terrorista en un centro de votación en Tennessee para cerrar mesas de votación y presionar a otros estados como Ohio a hacer lo mismo, utilizando falsas amenazas de atentados. Además, manipuló información a través de un hacker aliado. El objetivo de los políticos siempre es crear caos, presentarse como víctimas de intimidación electoral y ganar tiempo para impugnar los resultados. Mientras tanto, los medios predicen su derrota, pero él sigue su plan para invalidar los resultados y presionar a su oponente.
Esto es lo que ocurre en nuestro país: políticos que llegaron al poder bajo la promesa de un cambio que resultó fallido. Cuatro años perdidos para Colombia y ganados para los amigos y aliados de Petro, donde viven "sabroso" personajes como Francia Márquez, Ricardo Roa, Verónica Alcocer, Bonilla, Armando Benedetti y Roy Barreras. Algunos de estos se acostumbraron al poder y han permanecido en él durante las últimas dos décadas, sin importar si antes eran cercanos a Uribe y hoy son de Petro.
De eso que tanto habla Petro diariamente en sus redes sociales, donde la mayoría de lo que escribe es basura para quienes no "comemos cuento", pero es "dulce" para el oído necio de todos aquellos seguidores ciegos, sordos y mudos. Esos que son capaces de repetir que "la consulta va como sea", sin importar las instituciones y que el senado la haya negado, no son capaces de entender que este gobierno es un fracaso. Y así como contaban muertes de líderes sociales hace algunos años, hoy lo olvidan. No reconocen que durante este gobierno la violencia se ha incrementado porque la política estatal de dar beneficios a los bandidos solo ha servido para que estos se fortalezcan.
Yo no creo que este gobierno o Petro estén detrás del atentado contra Miguel Uribe, un "delfincito" político que no sirvió para candidato a la alcaldía de Bogotá y que, gracias al dedo señalador del poderoso Álvaro Uribe, encabezó la lista del mal llamado Centro Democrático. Pero sí estoy seguro de que la responsabilidad recae sobre un gobierno que genera divisiones, promueve el odio contra todo aquel que no le apoya en sus pretensiones y coloca lápidas en sus redes sociales con mensajes de "no pasarán". Esto, sumado a la violencia que se recrudece, nos hace recordar esa época de los años 80 en la que asesinaban candidatos presidenciales.
A Petro hoy le queda la victimización, esa que le permite creerse el cuento de que todos son sujetos de atentados terroristas, preparados o no. Petro es capaz de afirmar que la inteligencia de su gobierno sabía de seguimientos al hijo de 4 años de Miguel Uribe. Aun así, la unidad de protección de víctimas de su gobierno no hizo nada, y justo el día del atentado a Miguel Uribe, le redujeron los escoltas de 7 a 3. Quizás casualidades, quizás obviedades; no lo sabremos porque el poder permite eso: conocer lo que el poder quiere que se conozca. Hoy todos son posibles víctimas que, a ojos de Petro y su exministro Benedetti, son parte de la "mafia internacional", incluyendo albaneses que quieren desestabilizar un país ultrapolarizado por culpa de un gobierno que no supo conectar con los demás actores. Hoy, esos actores se polarizan culpándolo de un atentado en el que, por ahora, ningún grupo armado se ha hecho responsable, pero que tiene muchos ingredientes que confunden al mejor experto investigador: utilizar un sicario que no tenía ruta de escape, era inmolarlo como lo hicieron.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario