Era impensable que un tipo como Donald Trump fuese
presidente del país más poderoso del mundo, pero sucedió, luego, su misma forma
de gobernar hizo que Joe Biden le arrebatara la presidencia en el intento del
republicano de hacerse con un segundo mandato consecutivo, Biden fue claro en
su momento, no podía seguir el negacionismo a la pandemia y las políticas
miserables en contra de la humanidad que se estaban gestando desde la casa
blanca en la época de Trump. Sin embargo, más impensable o quizás más
predecible era que volviera en medio de un gobierno demócrata de Biden que no
supo hacerles frente a las guerras que en sus narices se vivieron y a un
discurso xenófobo y muy hediondo de Trump a favor de lo que él llama Hacer
grande América de nuevo.
En Argentina Javier Milei llegó a la presidencia luego de la
decadencia en que dejó sometida los gobiernos de izquierda, y apareció un
libertario como golpe de opinión, un personaje que parecía un chiste, así como
Trump y que terminó en el poder. Hoy en nuestro país, Gustavo Petro está
avivando la candidatura de una periodista que hace años la echaron de RCN con
almendras y todo, y luego Julio Sánchez Cristo la recogió de las cenizas dándole
un espacio que se volvió un show amarillista como el que siempre maneja la
señora Vicky Dávila. De ahí, logró saltar por capricho de los Gilisnky a la
revista Semana donde lo convirtió en un pasquín de derecha que se fue lanza en
ristre contra el entonces candidato Gustavo Petro, lograron inflar al ingeniero
Rodolfo Hernández para entregarle la presidencia a Petro. Pareciera que Petro
hoy le quiere devolver el favor a Vicky.
Las miserias que se van tomando el mundo, personajes que
llegan al poder sean de izquierda o derecha, pero con una línea clara de poder,
mantenerse eternamente e imponer ideologías, pasa en Colombia con Petro, una ideología
de izquierda que comprobado esta solo produce miseria y ruina, los casos están
claros, Venezuela, Nicaragua, Cuba, por otro lado, Trump en los Estados Unidos volvió
a ganar en una competencia que según los medios lucia igual, pero estaba muy fácil
para Donald, el gringo promedio lo extrañaba, más con un discurso de odio y xenofóbico
que sabe calar entre multitudes, muy parecido al discurso de clases que maneja
Petro en el país.
Llevar a estos personajes al poder resulta siempre peligroso
y muy dañino para el país, no más queríamos cambiar al imbécil de Duque, y
colocamos a quien hizo 3 intentos por llegar con el discurso anti todo, para terminar,
siendo igual gobernando al lado de la misma escoria política que representan
los Armando Benedetti o Roye Barreras, nombran en ministerios a personajes
radicales que poco saben de ejecución pero que son buenos en las redes sociales
denunciando lo que ahora hacen ellos.
Lo mismo pasa con la señora Vicky Dávila, quien en sus
aspiraciones presidenciales deberá probar que no es lo mismo denunciar y
señalar desde la comodidad de una oficina como "seudoperiodista" que
tiene una línea política marcada, se deberá enfrentar a que gobernar es muy diferente
a criticar, en eso se parecen mucho a los Trump y Petro, quienes quisieran ser
eternos en el poder cual Hitler en la Alemania Nazi, o cual Maduro en
Venezuela.
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