Un imperio es una forma de
organización estatal en la que la autoridad recae en la figura del emperador.
Quien a su vez es la máxima autoridad a la que todos rinden pleitesía, adulándolo
incluso cuando la está cagando, pero de eso se trata ser emperador, de tener
vasallos, de tener perros ricos que lo adulan y mueven la colita cuando el
emperador grita o sonríe. Si tú quieres ser el emperador de una ciudad que está
por cumplir 500 años, deberías seguir las estrategias al pie de la letra de
quien lleva 12 años de poder, parece tener 4 años más en la ciudad y va por 8
años en el departamento, todo un verdadero genio que en su discurso de odio
siempre reniega de eso mismo, de los clanes que siempre dominaron y de las
mafias que hoy son de otro color.
Para construir un imperio, hay
que armar un ejército. Y ese nació hace más de 25 años en una Universidad que
se refundó, de ahí muchos mariscales se hicieron a pulso del lado del
emperador, a quien no le importó en su momento pasar por encima de quien
tuviera que pasar. De esos mariscales sobreviven algunos reyezuelos que han
sido alcaldes, otros secretarios y uno que otro que no puede subir más de ahí,
porque el emperador no le tiene la suficiente confianza. Ese ejercito debe
armarse con ideales, con el odio de cambio que siempre prometen quienes llegan
desde abajo y se les olvida de dónde vienen, quienes prometen un falso cambio
que terminan convirtiéndose en lo mismo que tanto criticaron.
Con ese ejercito hay que
garantizar que hagan lo que se requiere, por eso cuando se llega al poder hay
que amarrarlos con contratos de 3 y 6 meses, y que esos contratos vayan de la
mano de más fuerza que llaman popular, lo que se traduce en votos para seguir
elegidos en una democracia que conocen y saben usar para armar ese imperio.
Tener listados con el visto bueno del emperador y alguno que otro reyezuelo o
secretaria, de esa forma se tiene lealtad. Tener más gente para mover más
votos, pedirle a ese ejercito que esté dispuesto a inmolarse cuando el
emperador lo requiera, seguir las órdenes a ciegas, aunque implique elegir
alcalde a un desconocido que desde la unción es otro rey para el imperio. Darle
contratos a personas que se consideraban enemigas y que se unan a la causa.
Permear todos los órganos
judiciales de los reinos conquistados, tener de su lado a jueces y magistrados
que sean amigos, capaces de fallar tutelas que amparen derechos por fuera de
los tiempos de la ley, pero convérselos con millones de razones que salen de la
ciudad o el departamento. Comprar jueces que se ríen en la cara de quienes
estuvieron a punto de vencerlos, tener periodistas que antes fueron enemigos,
pero darles en contratos miles de millones de pesos para que hablen muy bien
del emperador.
Buscar por fuera del imperio
ayuda de otros que pueden tener ideales parecidos, invitarlos a pasear un fin
de semana en vuelos chárter a la ciudad donde se hace lo que el emperador le
ordena a sus reyezuelos y secretarios. Hacer escándalo por fuera del imperio
para buscar ganar más territorios y hacerse notar, rodar mensajes y estrategias
que se conocen por encima de los demás, saber que no pasara nada con una
justicia controvertida, que cuando lo ataca es enemiga, pero cuando le funciona
es amiga. Tratar siempre de expandirlo, y si ya tiene alcaldia y gobernación porque no puede ir por mas? Porque no quedarse con otro millonario presupuesto que le permita seguir alimentando su ego y su sueño de ser el reemplazo de otro emperador que no ha servido para nada.
Capaz de comprar al abogado que antes era enemigo y que hoy le llaman eminencia jurídica, que hace espectáculo y que factura muy bien para un partido que paso de ser de garaje a un partido con candidatos a nivel nacional, todo con dinero tomado del imperio o territorio que ya está dominado, siempre con el fin de expandirse, porque se acerca la fecha de cumplir un sueño monumental. ser el emperador supremo de todos los imperios conquistando cada día más territorios con la misma dosis de estrategias que ya sabe manejar en un pueblo sumido en el olvido en el que nadie por fuera del imperio voltea a ver. Siempre supe que quienes construyen pequeños cielos en la tierra, terminan creyendose dioses, en el imperio naranja hay uno monumental.
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