A
grandes problemas, grandes soluciones. Estas muchas veces provienen de ideas
loables, otras veces vienen de líderes que ejerzan autoridad e impongan jerarquía
en la toma de decisiones, que respalden el actuar de un equipo de futbol o de
un país. En estos momentos, nuestro país atraviesa una grave crisis y falta de
liderazgo absoluto, un personaje que llegó a la presidencia apadrinado por un
ex convicto con más de 280 investigaciones, y que gracias al discurso del castrochavismo
se instaló en la casa de Nariño, un tipo que seguramente no sería personero del
jardín infantil donde estudió, pero gracias a su mentor pudo ser el presidente
de Colombia.
Los huracanes no se pueden evitar, pero si se pueden predecir y se
puede conocer con antelación su posible impacto y trayectoria, algo que en el
caso del Huracán Iota se supo con días de anticipación y el impacto para San Andrés
y Providencia no se veía prometedor, por el contrario se preveía una tragedia
de dimensiones dantescas, tal como finalmente sucedió en Providencia. Hace un
año estuve en San Andrés, una ciudad que suele mostrar dos caras, una al
turismo en la que todo es bonito, los resort abundan, los hoteles 5 estrellas
dominan la ciudad, como también las posadas y hoteles para un turismo un poco más
económico que se ha vuelto costumbre para muchos que quiere conocer las
maravillas que Dios le regalo a Colombia. Solo entendemos que San Andrés es de
Colombia cuando se explota el turismo y el fiscal Barbosa, el vida sabrosa se
va de paseo en medio de la cuarentena más larga del mundo con 45 excepciones
del mundo. Entendemos que tenemos un paraíso olvidado, una ciudad en la que no
existen servicios básicos para la mayoría de la población, una sola clínica
grande, en donde es más portentoso el comando de policía que el hospital. En
fin, una región olvidada por años por todos los gobernantes del país.
El huracán Iota estaba más que avisado, de acuerdo a los expertos
las cálidas aguas del océano atlántico en esta época del año, en conjunto con
los vientos y sistemas nubosos que vienen de África provocan estos fenómenos,
que nunca habían golpeado territorio nacional. El sábado la costa caribe amanecía
en medio de un aguacero que duraría todo el día, lo que llaman el coletazo del
sistema y la formación de la tragedia de una crónica anunciada, algo que todos veíamos
con asombro a excepción del gobierno. Un gobierno montado por un partido en el
que militan muchos congresistas estúpidos que aún desconocen el cambio climático
y sus efectos, mas no podíamos esperar, pero si el pueblo de providencia,
esperaba que al menos el gobierno hiciera algo antes, no después. Tan
acostumbrado el subpresidente a su programa de televisión diario, el cual no
dice nada nuevo, solo repite noticias y mensajes que no llegan a la ciudadanía. Desde el gobierno no se tomaron medidas preventivas, dos dias antes del Huracan se permitió la llegada de vuelos y mas vuelos al archipielago, todo porque es importante la economía para este subpresidente carismatico con falta de liderazgo.
Lo difícil para un país es que lleguen momentos difíciles y no se
tenga un líder, la falta de liderazgo del subpresidente es innegable, no es un
personaje que de por si tenga votos, no, es difícil que un pueblo pueda confiar
en alguien elegido en cuerpo ajeno, es lo que resulta de seguir el viejo y
desgastado discurso del chavismo, al que se aferra el preso 1087985. Esperemos
que Colombia sepa elegir próximamente, empezando por renovar un viejo y
desgastado congreso, por el cual pasan todas las leyes y el cual es fácil de
echar al bolsillo, así como Uribe logro imponer su agenda con la ayuda de
Vargas Lleras, los partidos cristianos y muchos senadores del partido de la U.
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