La
política es tan cruel y tan falaz que muchos no entienden lo que sucede en
realidad con ella, como afecta nuestro diario vivir por más a político que
seamos. En el mundo y en particular en Colombia, se hereda la política, no es
una práctica nueva, es algo que se usa desde siempre, y así de esa manera nos
han gobernado los mismos apellidos durante muchos años. Misael Pastrana le
heredo Andrés Pastrana, Cesar Gaviria a su hijo Simón, y ahora el preso 1087985
le hereda a su hijo el vendedor de manillas la oportunidad de incursionar en política.
El muchacho Tomas sin mayor mérito que ser hijo del ex presidente que dividió
al país en dos, en paracos y guerrilleros para su criterio.
En estos movimientos políticos
caben izquierda y derecha, al final son la misma mierda, se llena el bolsillo
el que llega al poder, no invierten en educación y mucho menos en una visión de
país que sea en favor del pueblo, no, acá lo importante es fortalecer esos
pequeños cielos que se hacen en la tierra. Pero quiso que su hijo, un desconocido
fuera gobernador del Atlántico, aun sabiendo el trabajo imposible que tendría,
pero sabía que podía asegurar un lugar en la asamblea del departamento y así lo
logró. Uribe le dice a Tomas que mire el país como si se tratara de la finca
que hereda, el muchacho de las manillas se puede tomar el tiempo para analizar
que quiere, ser presidente para lo cual está más que biche, peor que Duque, o
puede ir al senado como cabeza de lista, de lo que los Uribistas llaman renovación
y que muy seguramente en el incauto colombiano ese que no sabe cómo lo afecta
la política, logra hacer eco para tomar su voto y apoyar al hijo del mesías.
Se hereda en este país la
popularidad, se heredan los votos, se hereda el desprestigio, así muchos
senadores parapolíticos lograron posicionar a sus hijos en el congreso, de esta
forma siguen con el poder en sus regiones, muchos de estos delfines políticos están
en el Uribismo, en ese partido en donde las ordenes las dicta el mesías, y en
donde los fanáticos sin pensar escogen al que el mesías ungió, ya paso con
Duque, el tipo menos preparado para la presidencia fue el que llegó, al
colombiano del común no le importó que su mayor experiencia fuera ser el que
preparaba los cocteles y karaokes en el BID, creo que al fin entendieron porque
Duque prefiere recibir en palacio a Maluma y no a los indígenas.
En Latinoamérica los casos son por montón, Perú y los Fujimori, Argentina y los Fernández, en Venezuela Chávez heredo a un burro su caudal político, ese que es muy parecido a tantos líderes en Colombia, que colocan alcaldesas secretarias que no hacen sino mover la cabeza para decir sí. Es la realidad política, en la que muchos dicen que es imposible cambiar, yo creo que si esas personas logran cambiar esa mentalidad. Se Puede!!!
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