Al despertar todos los días damos gracias por un
día más de vida, un día más de salud en una época difícil de nuestras
vidas. Despertar hoy con salud y en buenas condiciones es más que una
bendición, es ser muy afortunado, en épocas que muchos no creen en un virus que
salió de un mercado en la ciudad de Wuhan en China desde Diciembre de 2019, estar vivo y con buena salud es motivo para darle gracias a Dios.
Solo cuando nos toca las puertas sentimos de frente
el miedo y el dolor, nos invade la impotencia y empezamos a entender que pudimos hacer mal
o que hicieron mal esas personas que apreciamos o amamos para estar padeciendo un dolor tan
intenso en su cuerpo.
Quienes padecen o han padecido este maldito virus,
describen los dolores como lo más terrible que les haya pasado en la vida, una
lucha constante de la vida contra la muerte se hace en el cuerpo de quien
padece la enfermedad, algo increíble de pensar hace un año, que un maldito
virus nos lograra encerrar o nos llevara a ver el dolor en personas que
queremos y son parte de nuestra vida. Los fuertes dolores de cabeza, las
punzadas en el cuerpo que describen como si una máquina de hacer tatuajes
trabajara en el cuerpo todo el día y en todo momento, la falta de aire y esa
sensación de ahogo es algo hecho para afectar la tranquilidad, la salud y la
vida de quien la padece.
Esas personas que viven o tratan de superar al
COVID, envían mensajes para que nos cuidemos, mensajes con mucho pesar y
demasiada razón, mensajes que nos hacen pensar o reflexionar que pudo pasar.
Este virus no discrimina clase social, no discrimina edad, religión o sexo, es
una lotería que nadie quiere ganarse, una lotería que hace de quien la padece
un verdadero martirio. Mientras tanto lo único por hacer de quienes vemos los
toros desde la barrera es orar y pedirle a Dios por ellos. Todos los mensajes de ánimo para ellos que tratan de
luchar contra la muerte, sin poder hacer más que esperar a que el cuerpo
responda y no se auto elimine a causa de la tormenta de citoquinas que afecta a quienes
padecen las fases más graves, y que terminan por llevar a la muerte a los
enfermos.
El mensaje y la reflexión final es la invitación al
autocuidado, a lavarnos las manos constantemente y usar el tapabocas
adecuadamente, a evitar las visitas sociales en todo caso, nos invita a querernos
más y a querer más a nuestros seres queridos. Nos toca estar lejos si mañana
queremos estar juntos, es el mensaje que nos da y la enseñanza de un maldito
virus que se ensaña con Latinoamérica, en donde solo estamos a la espera de una
vacuna que nos saque de este estado en suspenso de un año que para muchos no
fue.
Citoquinas: https://www.cancer.org/es/tratamiento/tratamientos-y-efectos-secundarios/tipos-de-tratamiento/inmunoterapia/citocinas.html
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