El terrorismo es la forma violenta de lucha
política, mediante la cual se persigue la destrucción del orden establecido o
la creación de un clima de terror e inseguridad susceptible de intimidar a los
adversarios o a la población en general. Así nos hemos sentido en los últimos
días los ciudadanos de a pie, en este lindo país llamado Colombia. De
parte del gobierno de Duque se quiso vender la imagen de que la oposición
a su gobierno quiere la anarquía en el país. Uribe, su mentor; saca vídeos en
los que se intimida y se pide violencia en un paro nacional en contra de un
desgobierno de quien no ha hecho nada por el país, de quien no conecta con los
problemas de Colombia y sigue aferrado a su jefe, y que se refugia en los
comentarios de que la economía está creciendo, diríamos muchos que a menor tasa
que crece el desempleo. Gracias a Dios la cuenta de Twitter de Uribe, su mejor
arma, fue bloqueada durante todo el día.
Todo lo que rodeaba el paro nacional del 21 de
Noviembre fue supuesto por Uribe y su mal llamado centro democrático como
marchas violentas, se presagiaba un estado de terror en el que los almacenes
recurrieron a cubrir los vidrios con tablas y otros de manera más sofisticada a
hacer paredes falsas porque el país iba a arder. Ocurrió lo contrario, las
marchas fueron en su mayoría pacíficas, y solo al final de estas ocurrió lo de
siempre con los mismos desadaptados de siempre, vándalos encapuchados que
aprovechan la marcha para cometer su actos delincuenciales. El 21 de Noviembre
era el día de medir qué influencia y de qué tipo han tenido las violentas
protestas sociales que han sucedido en Ecuador, Chile y Bolivia. Y Colombia se
hizo escuchar, la marcha fue monumental, los colombianos le ganaron al miedo
que infundio Uribe.
Que decir de Duque, un pobre tipo preso de su
presidente eterno, que no despierta y no conecta con el país. Para algunos
analistas como Allison Benson, Duque tiene una buena hoja de vida. Ha
realizado estudios en prestigiosas universidades estadounidenses, ocupó un alto
cargo en el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y realizó una muy buena
gestión como senador, presentando proyectos como la Ley de ampliación a la
licencia de maternidad y la Ley Naranja. Esta excelente hoja de vida carece,
sin embargo, de la mínima experiencia como administrador. Es claro que un
presidente puede asesorarse muy bien por su gabinete, y que la micro gerencia
es indeseable; pero un jefe de Estado debe mostrar evidencia de su experiencia
administrativa y capacidad de ejecución. Desde la campaña poco o nada era lo
que se conocía del carácter de Duque, pues éste se ha enfocado fuertemente en
remedar el carácter del expresidente Uribe. Sobre su estilo de liderazgo
tampoco tenemos mucha evidencia, principalmente porque no lo hemos visto
liderando ningún cargo aún en su trayectoria. Y así está ocurriendo en su
presidencia, poco o nada es Duque, su falta de liderazgo es clara y total.
Su desconexión con Colombia es total. Se escucharon
cacerolazos en la noche, el pueblo despierta y tiembla el establecimiento,
tiembla el país. Da un poco de miedo, sobre todo porque al gobierno le conviene
la sensación de terror y miedo. Ya es hora de que el pobre ivancho, se conecte
con el país. No da espera, ojala entienda que es presidente de Colombia y no el
títere de Uribe.
Perlas:
- Luego
del escándalo de pachito y la señora Claudia Blum, Duque, o mejor dicho
Uribe ratifican a esta señora como la canciller de Colombia. Este es el
tamaño de dirigentes de este país.
- Impresentable la patada voladora de un agente del ESMAD en contra de una estudiante de la Universidad Nacional.
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