Esto es Colombia, el país en donde los que antes llamaban a marchar y a
pedir el cambio de gobierno se quejan de que hoy otros llamen a hacer lo mismo
que pedían. Es la política, sucia y oscura, tan sucia y oscura como que un
personaje del tamaño de Iván Duque sea el presidente de la República, todavía
sigue siendo un mal chiste en el que no sabemos si reírnos o llorar, pero pareciera que aun así,
si mañana el mismo presidente eterno que lo subió de presidente decidiera que
fuera un cactus o un pote de leche el próximo presidente, sus fanáticos
seguirían por la misma línea, escogiendo a ciegas al ungido por Uribe para que
Colombia no sea Venezuela.
El nuevo cuento de la ultraderecha Colombiana para no ser Venezuela pasa
por decir que las marchas organizadas por la sociedad civil, vienen financiadas e infiltradas por Cuba, Venezuela y el llamado foro de Sao Paulo en donde
según Uribe y su séquito de seguidores se planificó. Es la lógica de quien la
justicia siempre será buena cuando los absuelve, pero siempre será mala cuando
los condena. Lo mismo que dice el dicho, lo ancho pa ellos y lo angosto pa uno.
Es Colombia, dominada por un presidente eterno que cada vez siente como el
pueblo empieza a despertar, y justo ahí, en ese momento decide jugarse la mejor
carta de un dictador, infundir miedo en la población, llamar a no marchar
porque seguramente habrán disturbios, y porque seguramente las marchas estarán
infiltradas por revoltosos que solo buscan empañar el descontento que tiene el
pueblo colombiano con un gobierno que no juega a nada, un subpresidente que
resulta intrascendente, algo que muchos sabíamos justo cuando el mismo Iván
asistía a debates organizados por Hassan o por la Gurisati, en donde hablaba de
los pares de crocs de Uribe o de la cantidad de caballos que tenía su patrón en
la finca. Así de esa forma gobierna, con la guitarra en la espalda y el balón
en la maleta.
Teniendo claro que muchos que lo eligieron ya no tenían más que decir, y
que el cuento del castrochavismo, en épocas que los Castro y Chaves han
desaparecido de la arena política se había vuelto insostenible, sacaron el as
bajo la manga; el cuento del Foro de Sao Paulo, y así muchos de sus seguidores
sin saber de qué hablan se apegaron al mismo discurso y a la misma respuesta.
No entiende Uribe y su peón Duque, que el pueblo se mamó y que no solo
pasa en Colombia, en Chile lograron que el gobierno decidiera cambiar la
constitución que rige desde la dictadura de Pinochet, lo que empezó como una
protesta por las tarifas del metro se convirtió en una bola de nieve, que
desemboca en que los gobernantes entiendan que quien tiene el poder es el
pueblo.
La política tiene una lógica oscura, casi nunca gana el mejor, en las
pasadas elecciones los mejores eran Sergio Fajardo y Humberto De la calle, debíamos dejar a un lado
la polarización, aplicar los acuerdos de paz, la economía debía crecer, pero
polarizados entre izquierda y derecha se esfumaron los sueños de un país en
paz.
Insisto y no me dejo llevar de derecha o izquierda, de ambos lados
recibo ladrillos, sigo convencido que en mis tres décadas de existencia, no he
conocido mejor presidente que el Nobel de Paz Colombiano, a quien los que hoy están
en el poder no dejaban gobernar, pero que hizo lo mejor posible para heredar un
país en paz. Falló eso sí, en darle aire a Uribe con el plebiscito, se la jugó
y ahí perdió, en ese momento puso su granito de arena para llevar a Duque a la
casa de Nariño.
Perlas:
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- Sigue
la contraloría llamando la atención con las obras inconclusas de las dos últimas
administraciones en Santa Marta, la gente como si nada. Pareciera que
estamos acostumbrados a la máxima de que ya todo está perdido y no importa
lo que hagan con los dineros públicos.
- Cambios
en el gabinete de Duque, hechos y a la medida de Álvaro Uribe Vélez. Sigue
el subpresidente sin entender su desconexión con el país.
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