Hay que parecer aunque no se sea, esa es la narrativa de quienes buscan
mostrar su realidad distorsionada de un país, para luego parecer los salvadores
de lo que llaman catástrofes. Esa es la política con la que llegó al gobierno
Uribe en el 2002, justo cuando su ahora amigo Andrés Pastrana le había
entregado el país a las FARC, y esta organización guerrillera tenia a Colombia
sumida en un caos y en la debacle gubernamental, la respuesta de muchos
hacendados, comerciantes y políticos fue apostarle a los paramilitares, con
ellos llegarían épocas más terroríficas para Colombia, masacres por montón,
desplazamientos forzados y el capítulo más oscuro de la política, la parapolítica.
Lo hecho por el presidente del congreso el día de la posesión del
presidente de la república, muestra mucho el talante y carácter del senador Macías,
ese talante con el que mandaba a Claudia López a colocarse los calzoncillos o
con el mismo que mentía sin despeinarse cuando afirmaba que Juan Manuel Santos
iba a cancelar las elecciones de 2018 para permitir a las FARC colocar un
gobierno de transición, ese es el talante y el modus operandi del Uribismo, la
mentira, el engaño, el cinismo y sobre todo el mostrarse como salvadores de un país
que ayudan a hundir con sus frases y mensajes frente a la comunidad
internacional.
Decía el senador Macías el 7 de Agosto que Duque debía tener respeto por
su jefe natural, ese que seguro le ordena lo que debe hacer al administrador de
la finca. Hablaba Macías de lo mal que estaba Colombia y del país que le
entregaba Santos, ese país fantasioso que siguen con el discurso mentiroso,
rencoroso y ruin en el mal llamado centro democrático, ese país de la doctora
Cabal, la misma que todavía vive con la Unión soviética en la cabeza o que
manda al infierno a la mente más brillante que ha dado Colombia.
Se le ocurría a Macías, concertado con todo su partido y seguro
consultado con Duque, que Colombia está en llamas, incendiado en una guerra
donde asesinan líderes sociales, pero no aclaran que muchos de esos líderes son
asesinados por reclamar las tierras que los paramilitares y grandes
terratenientes del país les arrebataron en la época gris del paramilitarismo en
Colombia, esa época dorada donde tenían gobernadores, alcaldes, y muchos
senadores.
Todas las cifras e indicadores que menciono Macías el día que debía
brillar Duque, seguro que son debatibles unas más exageradas que otras, pero
para muchos demócratas lo que tenemos claro es que no era el lugar ni el modo, más
cuando el que hablaba era el presidente del congreso, no el senador del mal
llamado centro democrático. Ya lo justificaba Paloma Valencia, había que dar
las cifras porque lo que se viene con Duque obedeciendo las órdenes de Uribe serán
los llamados muertos aplazados, o las fumigaciones que tanto daño le han hecho
al país.
Yo si quiero que se sepa toda la verdad de Odebrecht, pero que nos
cuenten a detalle que hacia Duque con Zuluaga en Brasil con Duda Mendonca,
quien le contó a la justicia brasilera de las andanzas con Zuluaga patrocinadas
por la multinacional brasilera y acá en Colombia este partido es el que
ahora manda y con total cinismo hablan solo de Santos.
Es la narrativa del salvador, esa que consiste en hacer ver que todo está
acabado y que ellos serán quienes salven al país, utilizan el discurso del
garrote y la zanahoria, por un lado con el mazo dando y por el otro rezando,
sabemos muchos sin embargo que el pobre Duque le toco ser un títere y la cara
bonita de un partido que sabe que lo que paso con santos no le volverá a pasar,
por eso desde el 7 de Agosto la sonrisa le volvió a Uribe y a sus amigos.
Perlas:
- Ay,
Rubencito Jiménez, por esas frases es que no terminas de cuajar.... Como
vas a decir que la Doctora Cabal es tu Té, será que una señora fuera de
sus cabales te puede calmar...
- Pepe
Lafourie el esposo de la Doctora Cabal, ya está haciendo lobby en el
congreso para ser el próximo contralor general, Colombia no merece tanta
desgracia.
- En
campaña Duque habló de reconocer Estado Palestino y hoy el Canciller
Holmes dice que analizará decisión de Santos, es que yo así como digo una
cosa digo otra, se parece mucho al patrón.
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