Viendo el fenómeno del caudillo en el que
se ha convertido nuestro ex presidente Álvaro Uribe y la moda que suscita en el
momento, cuando para esta época electoral el candidato que el presidente escoge
se lleva las encuestas y mas que las encuestas se lleva el favoritismo, he decidido que quiero ser uribista para estar a tono
con el país.
Quiero dejar de ser el ignorante que
conoce todas las fechorías y la actividad criminal de los uribistas, quiero
poder omitir, olvidar y dejar atrás ese pasado criminal que persigue a quienes
rodean al expresidente.
Yo quiero ser un uribista pura sangre, de
esos que cuando la justicia actúa y los coge, hablan de persecución política, o
de esos a los que les tocó salir huyendo por fuera del país porque el Castro
chavista de Santos pactó en la Habana la persecución de los crímenes que hacen
en esta corriente política. Quiero tener como guía filosófica al gran José
Obdulio, o porque no, a Fernando Londoño, prócer de la patria que desfalcó a
invercolsa, quiero aprender a cargarle la maleta al jefe, así como lo hace el
honorable senador reelecto Honorio Henríquez, ese personaje que supo que
estando del lado del presidente Uribe podría hacer cosas grandes aparte de
cuidar en hamacas las vallas con las que nos engañaban a los que ignoramos
todas estas cosas, diciéndonos que Timochenko sería el próximo presidente de
Colombia, demostrado esta, que las FARC no tienen, no han tenido ni tendrán la
fuerza para hacerlo.
Quiero aprender del mejor, ver como un
fenómeno del tamaño de Uribe sigue ejerciendo de presidente en cuerpo ajeno con
el que él designe, algo parecido a lo que ocurrió en Rusia con Putin y Dmitri
Medvédev, eso es un poco de historia de lo cual muchos Uribistas ignoramos,
pero que aprendemos al estilo que el ex presidente nos imponga. Quiero
entender que para ser Uribista se debe creer ciegamente en lo que nos diga
Uribe, por ejemplo que si no votabamos por los candidatos del Centro
democrático seriamos como Venezuela, afortunadamente Colombia lo entendió
mayoritariamente, y por eso escogió un congreso con 19 senadores de mi
expresidente y 16 de German, en esos 16 muchos cuestionados, pero a los
Colombianos nos gusta eso, el hampa.
El uribismo tiene al país donde
quiere, el ex presidente es un tipo muy inteligente, sabe hacernos ignorar los crímenes
que se cometieron en su gobierno, nos hace omitir en nuestras
conversaciones que durante sus 8 años de gobierno se dio el episodio más cruel
de las FFMM, esos falsos positivos, y entendemos mejor nosotros los uribistas
que esos muchachos seguramente no estaban recogiendo Café, y que algo hacían en
el hueso de Soacha como dice Enriquito.
Ese expresidente nuestro que
habla con esa voz melodiosa, romántica y tierna para que los ignorantes como yo
olvidemos todo lo que hacen y podamos adherirnos al que este ungido, como es el
caso de nuestro candidato Ivan Duque, personaje desconocido hasta que Uribe lo
convirtió en candidato de su partido, en las próximas elecciones esperamos que
Uribe escoja a un gato o a un espantapájaros y nos lo coloque para votar por él.
Al fin y al cabo quien quita que ahora que me vuelva uribista pueda ser
candidato a algo, así sea a Edil, y de esa forma ganarme la vida, porque ya
estoy cansado de que me digan ignorante por conocer los crímenes del uribismo,
mejor estoy del lado de la inteligencia superior, esa que nos lleva como zombis
a olvidar hechos y a creer mentiras que nuestro máximo líder nos diga y a votar
por el que Uribe diga.
2 comentarios:
compadre le tengo una pregunta: ¿se volvio uribista o quiere ser un moderado social democrata (chavismo)?
Ni lo uno, ni lo otro. Soy un demócrata... No gusto de los extremos, y creo q Colombia no esta condenada a elegir entre el Sida y el Cancer.
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