martes, febrero 13, 2018

Una sociedad violenta

El hecho de haber vivido durante más de 50 años en una constante zozobra con hechos violentos debido a una guerrilla de las más crueles que tuvo la historia humana, ha logrado que los Colombianos vivamos como violentos y construyamos una sociedad dominada por la ira, la venganza y el odio hacia quienes nos hacen daño. Eso es parte de nosotros como país y lo llevamos en nuestros corazones.

Las últimas semanas la noticia que más se comenta son las manifestaciones organizadas en forma de saboteo por la extrema derecha, víctima de la guerrilla, que aún no siente que pueda pasar la página del odio y violencia con la que hemos vivido durante el último medio siglo, eso que nos hace más colombianos al entender que siempre querremos venganza con quienes nos han hecho daño, de eso vivimos y eso nos hace más auténticos como país.

Somos violentos por naturaleza, a los colombianos nos gusta parecer más fuertes o más que los demás, es por eso que como ciudadanos no respetamos la autoridad, muchos no hacen caso de las señales de tránsito, no se respeta la fila, es porque en ese vértigo nos sentimos más fuertes y nos hace brotar la adrenalina necesaria para pasar por encima de los demás. Es tan sencillo de entender, porque los colombianos no tenemos educación con calidad, el engaño que los últimos presidentes nos han puesto sobre la mesa con mayor cobertura no se traduce en mayor calidad a los niños que educan, porque saben que así de esa forma seguirán mandando con los cuentos que engañan a quien no es capaz de analizar todas las mentiras con las que nos bombardean día a día.

En estos carnavales que pasaron, se vivieron riñas y peleas derivadas del licor y la intolerancia, disparos al aire en medio de un desfile que por poco termina en tragedia, pero sobre todo de la naturaleza violenta y el entorno en el que nos movemos, no en vano seguimos enfrascados en una discusión con aquellos que decidieron pasar a la vida civil mediante una negociación en un acuerdo de paz, cosa que a muchos no les gusta y a otros nos toca aceptar, porque en una negociación se necesita eso, ceder, eso es lo que debemos terminar de entender, pero sobre todo debemos terminar de aprender que la forma de castigarlos es con los mecanismos democráticos que tenemos a la mano, no lanzando botellas y pinchando llantas de vehículos del estado, porque así solo nos convertimos en actores violentos que afectan y perturban el orden público. Esto lo saben los que incitan a la violencia, pero también saben que el pueblo colombiano es un pueblo emocional y visceral, que poco o nada analiza, pero que sobre todo entiende que el dolor se calma con dolor ajeno, sabiendo todos que como sociedad vivimos con violencia, es nuestro ADN, es nuestra sociedad violenta.

Perlas:

  • Los mejores jefes de debate de las próximas elecciones presidenciales, sin lugar a dudas serán los extremos, por un lado el temor que nos inculcan con el llamado castrochavismo para hacer caer en la trampa de que la mejor opción es el que diga Uribe o Vargas LLeras, y por el otro lado el populismo que imparten desde la extrema izquierda con un toque de discurso anticorrupción, en esas andamos, con pocas ideas y mucha basura lanzada desde cada bando.


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