Como buen Colombiano que vive y disfruta la gesta de sus deportistas, de
sus artistas y grandes personalidades aprendimos a ir en el coche de la
victoria, en el que toma la ruta más cómoda, es decir en ese que solo recuerda
o vive de los famosos en el punto que hacen algo bueno y que nos enorgullezca.
Somos así, no podemos decir lo contrario, esta semana aparecieron miles
de hinchas del "Verde" porque Nacional salió campeón, lo mismo en la
pasada final del torneo de la B donde aparecieron hinchas de un Unión Magdalena
olvidado por muchos, y querido por todos.
A eso estamos acostumbrados a estar en el momento de gloria, a estar ahí
cuando se roza la fama, cuando lo importante hace de lo rutinario un cambio.
Porque como buenos colombianos que somos aprendemos de cualquier deporte que esté
de moda, hablamos de tenis, automovilismo, golf, boxeo, ciclismo, de obras de
arte, de actuación, hasta de investigaciones científicas. Es algo que va en
nuestro ADN, sentirnos orgullosos de esos deportistas que muchas veces están en
el olvido y que nacen de cualquier parte, pero al momento de estar en la cúspide
de la victoria nos montamos todos en el bus de la victoria.
Pasa en todas partes, me hago participe de ese bus en muchas ocasiones.
Y reconozco que apenas un colombiano figura en el exterior en alguna rama, de
una investigo de qué trata la vaina, para hablar con argumento.
Ahora que no vengan muchos a decir que no es así, que siempre han
apoyado el ciclismo, que sabían que Nairo Quintana, que su estatura es de
escaso 1.67 metros, o que su mama vendía caldo de papa, o mejor que el mismo
Nairo se salvó de morir a los 3 años por una extraña enfermedad. Así como
cuando ganó el tour de l'avenir en Francia y su triunfo fue exhibido como
propio incluso por el presidente de la República, de eso hace ya dos años.
Ahí estamos en la jugada, Como cuando Montoya empezó a figurar en la
Cart y luego en la Formula 1, hablábamos con tanta naturalidad del tema, que clopatofsky
era un novato ante tanto comentario callejero del ciudadano del común. Cuando Falcao
se fue al Atlético muchos lo criticamos, así como ahora lo criticamos por irse
al Mónaco, pero eso no quiere decir que no lo apoye como Colombiano que deja en
alto el nombre de mi país.
Hay que decirlo, estos personajes hacen grande a Colombia, enorgullecen
y hacen sentir el tricolor de otra forma. Pero no es para que nos subamos en el
bus solo cuando la ruta es la victoria, hay que subirse cuando empieza el
trayecto, eso es apoyo real, lo demás es efímero, como cuando hablaban de golf
muchos que nunca en su vida han entrado a un campo de Golf.
Perlas:
- No estoy de acuerdo con
inventarse una Universidad Distrital para Santa Marta, eso solo es para
generar más burocracia y una fuente de puestos para los amigos de quien
cree que administrar una ciudad es lo mismo que administrar un colegio. En lugar de inventar se debe fortalecer la Universidad del Magdalena, hacerlo en calidad educativa y menos puesticos de esos que saben repartir cuando se crean pequeños cielos.
- Animo a Tito Vilanova, la
batalla más dura que debe librar es contra esa triste realidad llamada Cáncer, eso que acaba con
ricos, pobres, actores, mendigos, personas del común. Fuerza a su familia,
pero sobre todo ojala que la prensa y la gente respete ese dolor sin
hablar de más.
- Y aquí estamos de nuevo,
firmes con el ciclón bananero, con ese equipo que me ha graduado muchas
veces en un doctorado de sufrimiento, pero no me resigno a estar en la B.
Sigo soñando, porque el premio es estar en primera. De donde un equipo histórico
y representativo del futbol Colombiano nunca debió salir.
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