Ser honesto y transparente
en la vida siempre es complicado, complejo. Más en política. En las elecciones
presidenciales anteriores todas las encuestas de los medios de comunicación la
segunda vuelta era entre un desconocido pero bien ponderado por Uribe, Iván Duque
y Gustavo Petro. Al final del domingo de elecciones por poco menos de 300.000
votos Sergio Fajardo pudo cambiar la historia si pasaba a segunda vuelta, pero
no fue así.
Al terminar las elecciones, el
profesor y matemático Sergio Fajardo decidió terminar su ciclo político y dejar
huérfanos en ese momento a los más de 4 millones de electores que votamos por
el en esa primera vuelta. Fajardo como lo ha dicho, prefirió irse a descansar a
Nuqui, sabiendo que las dos opciones que teníamos para la segunda vuelta no
representaban su idea de gobierno y lo más importante que los votos de él, no
determinaban la elección. Al final Fajardo decidió irse tres días a descansar después
de una gran remontada y dejar a sus electores libres, eso sí, aclarando que su
voto iba ser en blanco, como la democracia lo permite.
El resultado lo conocemos,
Petro salió derrotado por más de 2 millones de votos y el que dijo Uribe nos
salvó del comunismo y el Castro chavismo que decía.
En estas elecciones nos hacen
creer que la elección es entre el de Uribe-Duque y los políticos tradicionales
y Petro, quieren que el pueblo elija entre dos males y extremos, entre lo que
se ha rechazado los últimos años en las calles o a quien le vale todo para
llegar a ser presidente. No perdonan a Fajardo sabiendo que es el mejor
preparado para dirigir al país, conociendo que ya lo hizo en Medellín y en
Antioquia y lo sabe hacer, no perdonan que la transparencia y honestidad de un Matemático
haya preferido irse a ver ballenas, pero a muchos les parece correcto estar del
lado de Uribe, Duque, Char, Name, Gerlein, Pulgar y otros tantos políticos
cuestionados y encarcelados, o prefieren tragarse a Roy, Armando, Piedad y al
hermano de Petro en las cárceles buscando más votos y dando el perdón social de
Petro, esos sapos son más fáciles de tragar que una ballena.
Por estos días un amigo me decía
que no votaba por Fajardo porque prefirió ver Ballenas que darle la cara al país,
que su voto era por Petro, quizás los últimos días lo hayan hecho reflexionar,
o eso quisiera creer, porque es más honesto ver ballenas que estar del lado del
todo vale.
Muchos me preguntan
porque si Fajardo es tan buen candidato no marca en las encuetas o la gente no
le copia, muy fácil de entender, los medios nos han saturado tanto del tema de
la tibieza, de las ballenas y las bodegas de Petro y Uribe en redes sociales
han hecho su trabajo, que al mejor candidato lo están dando por muerto. No
subestimen a quién sabe remontar, a quien sabe venir de atrás siempre en las
encuetas, el trabajo está en las calles y hay que seguir ahí, buscando los
votos para que el país pueda cambiar y salir de Uribe y los políticos de
siempre, los que al momento de legislar lo hacen en favor de los grandes
empresarios y banqueros, olvidan al pueblo y por ahí de paso de Petro.
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