Conocedores
de las debilidades del sistema judicial colombiano, aquellos que dominan el
manual del populismo al detalle, se han hecho a la tarea de interponer mediante
estudiantes, egresados y todo aquel que tengan a la mano y que puedan usar con
la contratación de la gobernación y alcaldía para impedir la realización de la
consulta a rector en la Universidad del Magdalena. Esa feria de tutelas la
manejan detrás de bambalinas las fuerzas políticas que se hacen llamar del
cambio, pero resulta que usan las artimañas peores que la de los de
antes.
Van dos veces que logran detener el proceso de consulta a rector
con este tipo de argucias que no llegan a ningún lado, olvidan que existe por
encima de esas marañas jurídicas la autonomía universitaria, la misma que alguna
vez predicaron y por la cual nos sacaban a la calle a pleno sol a defenderla, a
gritar en contra del gobernador de turno porque quería en su momento colocar
rectora a Sandra Rubiano, y el rector del momento como enemigo político de
Trino Luna veía como se le caería la estantería, nosotros los estudiantes de la
época creímos en que la Universidad debe ser libre de toda rencilla política,
le creímos y la defendimos. Hoy, el entonces rector y ahora gobernador hace lo
que tanto criticaba, pide cambiar la U, como si el cambio que ha hecho en Santa
Marta sea para mostrar, acaso ser la tercera ciudad con mayor pobreza absoluta
de Colombia gracias a sus 8 años de gobierno es algo para sacar pecho.
Saben los amigos del cambio que la consulta y la elección la tienen
perdida, conocen su lado flaco, pero también conocen todas sus armas, las
cuales pasan por la guerra de tutelas y la feria de contratos, saben cómo
buscar votos mediante la presión a los contratistas de una gobernación que
feria los contratos y puestos a quienes trabajen por la causa, es y siempre ha
sido el modo de operar del falso cambio. Un cambio que solo muestra por micrófonos
con la gran labia de su líder lo que no tienen. Critican a Duque por ser un títere
de Uribe y pretenden montar a García de rector en la Universidad, como sino supiéramos
todos quien maneja los hilos detrás de la alcaldía de Sta Mta, que más
pareciera tener una secretaria que una alcaldesa. Así de esa forma pretenden
dominar una institución que ha salido adelante gracias a su autonomía, gracias
al liderazgo de su actual rector, quien a mi juicio se ha pasado de benevolente
y de querer hacer las cosas al derecho, no usa las artimañas de sus rivales,
no, Pablo entiende que los medios justifican el fin y no que el fin justifica los
medios.
Queda solo hacer un nuevo llamado a la comunidad universitaria, a resistir
los ataques que provienen desde la gobernación, desde ese estamento que no ha
querido girar los dineros para la gratuidad, y eso que solo corresponde a un
15% del valor total aportado por los demás organismos. A los estudiantes
y profesores a resistir y no desfallecer, a seguir creyendo en una universidad autónoma
que sea más incluyente y más innovadora. Yo voy con el tío Pablo, porque la Universidad
del Magdalena se respeta, porque hace 17 años el hoy gobernador nos enseñó a
los estudiantes de la época que la política no debe influir en la academia,
aunque el hoy caudillo del departamento carezca de vergüenza y solo piensa en más
y más poder.