Los pueblos latinoamericanos se están cansando de sus opresores,
dictadores y gobiernos. Se vuelve costumbre que salgan a protestar y
manifiesten su descontento de diferentes formas. Manifiestan su indignación
porque se cansaron de comer literalmente "mierda", y de parte de los
que gobiernan reciben represión, los dos ejemplos de la semana los vimos desde
Venezuela y en Bogotá. Aunque son modelos de gobierno diferentes, uno predica
la extrema izquierda y el otro predica la extrema derecha, su forma de reprimir
al pueblo es echarle encima la fuerza pública.
En Venezuela se ven ríos de personas por las principales vías del país,
cansados quizás de la falta de alimentos, falta de oportunidades, pero sobre
todo la falta de un gobierno real, en Venezuela sucede que un chófer de bus fue
designado sin ningún tipo de preparación para ocupar el cargo más importante de
ese país, pretendiendo este emular la figura del desaparecido Hugo Chávez con
su revolución bolivariana, revolución que fracasó por el modelo económico en el
que solo se benefician los amigos del gobierno, incluyendo a los gobiernos
vecinos que apoyan a lo que se parece sin lugar a dudas a un régimen
autoritario sin ningún respeto por las otras ramas del poder. Esto
incomoda a un país dividido entre chavistas y opositores, tal como sucede en
muchos de nuestros países, según muchos hay que catalogarse en un bando o
se es uribista o se es santista sucede en Colombia.
Los hermanos venezolanos viven horas difíciles, ad portas de una guerra
civil en la cual el gobierno optó por armar a los más pobres y que salgan a
pelear o a defender la revolución de Chávez, esto hace que gente sin ningún
tipo de preparación académica, militar o técnica salga a las calles a enfrentar
a un pueblo reprimido y contenido con gases lacrimógenos, con tanquetas y
disparos que buscan callar la voz de quienes no encuentran en ningún
establecimiento público como exponer sus quejas ante la situación tan difícil
que viven como sociedad, en donde la inflación se ha disparado en un 7000%. Ese
mismo gobierno Venezolano que sale a amenazar al presidente de Colombia porque
le dice la verdad acerca de su modelo de gobierno, no entiende el señor Maduro
que todo lo que dice le sale como las mariposas y pajaritos que se le aparecen
en sus sueños, son solo imaginación.
Es por esto que no creo en extremos de izquierda ni de derecha, no soy
santista ni uribista, me daría miedo un gobierno como el de Maduro, que ocurrió
porque la sociedad se cansó de los mismos de siempre y opto por entregarle un cheque
en blanco a un gran actor y demagogo como lo fue Hugo Chávez, y este lo endoso
a Maduro en sus postrimerías, sin embargo nosotros como colombianos estamos
lejos de llegar a esas instancias, en primer lugar porque nuestro modelo
económico no es excluyente y la clase media hace parte de la gran mayoría de un
país que sale adelante pese a los malos comentarios que salen de dos ex
presidentes que salen a buscar apoyo a costas de ser unos traidores de la
patria, tratando de influenciar a quienes pueden tener poder o brindar apoyo a
nuestro país.
Volviendo al caso de Peñalosa en Bogotá, cada vez que tiene una
manifestación su respuesta ha sido enviar al ESMAD a reprimir, eso lo vimos en
todas las manifestaciones y marchas que se han presentado, incluso en la de un
grupo de jóvenes discapacitados a los que un policía seguramente siguiendo
lineamientos lanzo una bomba lacrimógena, como si tuvieran para correr los
pobres que protestaban en sillas de rueda. Son de esas mismas políticas que
buscaban mostrar resultados a costa de bajas con los llamados falsos positivos.
Cada vez que el pueblo se indigna, los gobernantes extremistas responden
con represión, indignarse en Venezuela ya es pan del día, es algo que se volvió
cotidiano, nosotros en Colombia aun navegamos por aguas tranquilas que se
vuelven turbulentas con servicios como el de la energía en la costa.
Perlas:
- El tiempo se acaba, ya el
pueblo no aguanta más el problema de la energía en la costa atlántica, y
lo que comenzó como protestas justificadas se ha vuelto en el pan de cada
día, sin que las autoridades tomen cartas en el asunto, tan es así que la
misma Policía le dice a los desprevenidos que quedan en medio del trancón
en la carretera que mejor se devuelvan ya sea a Santa Marta o
Barranquilla, porque el daño no tiene arreglo inmediato por parte de
Electricaribe y que esa noche la carretera va seguir cerrada
- Lástima la muerte de Martin Elías,
una persona joven con carisma y talento para triunfar. Lastimosamente no
se cuidó con algo tan básico como el uso del cinturón de seguridad.
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