Lo que se firmó esta semana en La Habana, es un paso mas para ponerle punto final a este conflicto absurdo que se inventaron algunos hace 50 años y que hoy algunos otros quieren mantenerlo, bajo la premisa de que estamos entregando el país a los terroristas o al castrochavismo, esos mismos que llegan a decir que la palabra paz, queda maltratada con un acuerdo de paz... Hay que ver cosas en el mundo, maltratar la paz haciendo un acuerdo de paz.... Por Dios!!!.
Cifras crudas de un conflicto que heredamos del siglo XX, 500 mil muertos, 45 mil desaparecidos, 40 mil secuestrados, 6 millones de desplazados... ¿Todavía hay obtusos mentales que quieren que esto continué?.
Como colombiano estamos tan acostumbrados a la guerra que la palabra paz nos divide, esto lo dijo Felix De Bedout.. Y si, es así, somos tan Colombianos y felices de ver a una señora de élite recogiendo firmas para enviar los hijos de otros a la guerra, que pasamos desapercibidos el hecho de que nuestros hijos por fin conocerán un país que nosotros aun no hemos vivido, ese en el que un noticiero al mediodía no abre su emisión con la música de ultima hora, informando que un carro bomba ha acabado la vida de decenas de personas que tomaban un café, o peor aun, que en una iglesia de un olvidado pueblo del Choco fueron acribilladas cientos de personas, huyendole a las bombas, pero que esos mismos tatucos los alcanzaron para narrar otro episodio triste de nuestra historia como Colombia.
Bienvenido sea todo lo que implique ver una sociedad nueva, renacida bajo un síntoma mejor, llamado educación y no el síntoma del dolor, ese dolor que muchos vivieron en carne propia durante mas de medio siglo y al que se aferran aquellos que saben que una vez se acabe la guerra no habrá discurso, o mejor dicho en palabras de los propios guerreristas, no tendrán el caramelo de la impunidad que hoy salen a las calles a pedir firmas hablando de una resistencia civil, que tal vez y ojala no sea así, los lleve a ser la nueva insurgencia de un país que no termina de entender porque debe pagar tanto dolor.
Los días después del odio, odio que muchas personas aun conservan en su corazón y que no son capaces de perdonar, que no entienden que el proceso es irreversible y que esta oportunidad es histórica para el mundo, acabar con una guerra estúpida, absurda y sin sentido en un país que lo tiene todo para seguir creciendo, pero que aun convive con las de manchas de corrupción que enlodan la labor de otros que ejercen funciones publicas o de gobierno. Esos días después del odio son los que debemos esperar, porque el ultimo día de la guerra esta cerca, aunque pareciera que se avecina otra, la de los odios y la difamación con tal de no abandonar la bandera de la guerra de muchos que viven del poder a costas del miedo ciudadano.
Perlas:
- Las administraciones distritales de Barranquilla y Santa Marta, en vez de atacar a quien solicita un servicio decente de transporte, deberían regular el servicio de taxis. En Barranquilla con tarifas que en algunos casos son desorbitadas y en Santa Marta con taxistas selectivos de carreras, y tarifas que se imaginan que están en otra ciudad.
- Somos un país ten avanzado que ahora es malo que una mujer lacte a su hijo en publico, no se puede amamantar al bebe que tiene hambre. Pero es normal que dos homosexuales vayan cogidos de la mano y se den besos en la boca en el mismo escenario publico. Esto solo demuestra que en la sociedad actual hay mucho homosexual en el poder.
- Eh, eh, epa Colombia. Demuestra el fenómeno de nuestro país como sociedad inculta y feliz.
- Tigo, llaman a ofrecer un plan que al final resulta siendo otra cosa. Un total desastre su servicio.
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