Cuando la medicina comenzaba a extenderse como ciencia y la práctica debía regularse, surgió en la antigua Grecia por parte de Hipocrates un texto que debía ser leído y asumido como juramento por parte de todos los que practicaban la profesión, de ahí el nombre del juramento hipocratico. Juramento que ha sido modificado a lo largo del tiempo pero que conserva la razón de ser del original, y es la de poner la vida del paciente sobre los intereses particulares y la de salvaguardar la vida a toda costa.
Si hay algo que le debemos al senador Uribe a parte de la llamada seguridad democrática es haber convertido el sistema de salud Colombiano en un verdadero negocio, negocio en el cual se trata como mercancía a los pacientes y los recursos de la salud terminan siendo verdaderos agentes comerciales, y lo digo con razón, ya que cada vez que uno va a un servicio médico le dan lo que hay pa todo el mundo y aparte le ofrecen lo que realmente se requiere y debería darle la EPS pero que por cosas del negocio toca comprarlas.
Duro de entender que en nuestro país las universidades continúen graduando cientos de médicos y profesionales de la salud, a los que por tradición se les hace realizar el mencionado juramento, que termina convertido en un saludo a la bandera cuando se empieza a trabajar con las EPS. Porque ahí prima el negocio, el interés particular sobre la vida del paciente, es la cita de 20 minutos en la cual se debe tratar la enfermedad y la cura del paciente, y si es necesario debe apartar una nueva cita, y ahí nuevamente a pagar el bonito que depende del rango salarial del marrano, perdón, del paciente.
Lo que pasó en estas semanas en las cuales se han presentado negligencias en las propias clínicas, donde pacientes mueren a la espera del llamado en una urgencia y cuando llaman al paciente ya estaba en la morgue es un claro ejemplo, lo del especialista que no quiso atender a un paciente que tardó un año en conseguir la cita, todo porque llego 15 minutos más tarde, y pasa tan a menudo, la diferencia la puede marcar el médico que ama su profesión y que respeta ese juramento que alguna vez hizo, y no termina llevado por la corriente mercantilista del sistema que regula la EPS.
Conozco de médicos que su amor a la profesión y su ética los hace grandes antes los grandes. Hace que sean héroes en medio de un sistema de salud tan malo como lo es el creado a partid de la ley 100 de un senador que se cree redentor de los pobres.
Perlas:
* Es bueno para el país que se conozca toda la verdad de las masacres de los paramilitares en épocas pasadas, y si hay un lema que están regando desde el partido del corazón grande, lo que es Uribe no es conmigo, yo no apoyo masacres.
* Se entra en la recta final para las elecciones locales, el billete que se mueve es grande, para algunos es más fácil contar con el dinero del erario público y feriarlo con su discípulo y elegido a continuar con la labor iniciada, a otros es más duro competir con esa billetera, hacer política limpia en Colombia es difícil.
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