Con sed las cosas son mas difíciles, difícil calmar
a un pueblo que debe sufrir las consecuencias de un verano implacable y los
resultados de malos dirigentes que no previeron el riesgo fatal de no contar
con la suficiencia para cubrir las necesidades de la ciudad en cuestión del
preciado líquido.
La gente se rebela al ver que en la ciudad que esta
bordeada por la sierra que según Santos en 16 años no será más nevada, no
cuenta con agua, ya no hay agua ni para madrugar a halar con la motobomba.
Ahora la ciudad se consume en el caos, en la negligencia de las autoridades que
tratan de tomar medidas que aplaquen la sequía en la que esta Santa Marta, o en
el hecho de negar llenar albercas en las casas de los barrios porque no se está
autorizado.
Se sufre entre la gente del común, esa que debe
pagar el recibo del agua, pero que agua no ve sino dos horas a la semana, que
llega a cuenta gotas, casi como cansada, así como luce la naturaleza después de
la furia del hombre, que la ha consumido y destruido, que no tiene piedad para
desviar ríos en pos de acelerar la llamada locomotora minera, o en la que se
desperdician toneladas de comida y muchos muriendo de hambre en el mundo.
Suena irrisorio que con tanto mar para explotar, la
única forma de hacerlo sea sacar carbón y así seguir acabando con las especies
marinas, o con el mismo ser humano, nos bastamos para hacerlo, somos ejemplo de
autodestrucción, no nos concientizamos de que esas películas de los 90 que
mostraban el fin del mundo y la guerra por el agua, no son más películas, ya
son realidad, de esa realidad cruda y cruel que desata ante todos una
calamidad.
Medidas que podemos tomar y que sirven para mitigar
esta sequía en casa, al bañarse colocar debajo una ponchera o tazón, el agua
que caiga usarla en el inodoro, al lavar el arroz, esa agua usarla para lavar
los platos, al cepillarse los dientes cerrar la llave mientras no se usa.
Incluso, una buena medida es bañarse en pareja.
Con ese mar tan imponente que se muestra ante la
sierra que ya no será nevada según Santos, y no tener plantas desalinizadoras,
hay que ser claros y extraer la sal del
agua de mar para convertirla en agua potable es un proceso muy costoso; sin
embargo, en algunos países la necesidad justifica el enorme consumo energético
de las técnicas de desalinización. O sino seguiremos padeciendo lo que a la luz
del día se ve, los policías protegiendo los intereses no del pueblo, porque el
problema del orden publico lleva a las acciones de hecho, que en todo caso
siempre serán injustificables, así como es injustificable que se le tire el ESMAD a unas señoras que se sientan a impedir que salga el carro de la cuadrilla que pide que los retengan para que llegue su superior. Pero ante un pueblo con sed, o en un hogar con
niños pequeños que no cuenten con agua, la solución se queda corta. Ojala el
alcalde de Santa Marta pueda hacer algo más que salir de paseo por las fincas
de las estribaciones de la Sierra que ya no será nevada a cortar conexiones fraudulentas o sellar lavaderos de carros que también roban agua. Ojala se
pueda no solo llenar su alberca Sr Alcalde, toda la ciudad necesita agua. No
solo los amigos.
Perlas:
- Irrespeto total al prójimo, no hay
derecho a dañar la vida de una persona arrojándole ácido para causarle quemaduras
y el daño tan irreparable como es acabar con su rostro. A
estos personajes debe caerles no solo el peso de la ley sino el escarnio
público de una sociedad que no valora los derechos del ser humano.
- Sigue adelante el poder concedido por la constitución
a un Procurador loco, a un personaje que en su afán de figurar en el país
acaba con quien predique ideas en contra de su ideología.
- De eso que ya no es vallenato, es mas una forma de cantar o no se que sera, que una canciòn diga que es un coleto, o que la otra menciones que de un licuado no sacara nada, es muy insultante, tan insultante que mis oídos no soportan escuchar a estos señores que se hacen llamar cantantes de vallenato.
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